La historia y el misterio siempre han ido cogidos de la mano. Desde los albores de los tiempos hemos intentado desentrañar todo aquello que se ha quedado en el tintero de lo inacabado por algún motivo, sin tener en todos los casos el mismo éxito. Quizás sea en gran medida provocado por lo mismos que han escrito la historia. Por aquellos que de alguna manera han querido maquillar el resultado de sus acciones, transformando todos aquellos sucesos que podían contradecir sus codiciados derechos y su providencial presencia salvadora. También existen momentos de la historia que por alguna otra razón, como la de no ser políticamente rentable o moralmente aceptable, han quedado relegados a un segundo plano, sufriendo el más profundo de los olvidos, escritos en legajos abandonados al polvo y al destino en cualquier oscuro archivo de biblioteca. En otras ocasiones es precisamente la falta de información la que nos hace dar palos de ciego continuamente, introduciéndonos en laberintos sin salida, llegando a calles cortadas o conduciéndonos hacia cruces de caminos con numerosas salidas, tornándose en misterio el desenlace de la historia que estamos investigando.
Sea como fuere, nuestra historia está llena de misteriosos y apasionantes enigmas, sin los cuales creo que la vida sería mucho más aburrida. En este blog intentaré mostrar algunos de los enigmas de la historia que más me han llamado la atención. Espero que lo disfruten.

martes, 20 de noviembre de 2012

Los templos de Damanhur

  A más de 30 metros de profundidad, esculpida directamente en las montañas de los Alpes, en el norte de Italia, concretamente en el valle de Valchiusella, cerca de Turín, con un acceso discreto, a través de una pequeña casa, se encuentra uno de los más grandes secretos que he escuchado. 

El maestro constructor de esta maravilla es un ex-corredor de seguros, llamado Oberto Airaudi, aunque prefiere ser nombrado como "Falco". Cuenta que desde que tenía 10 años experimentó visiones paranormales de templos espectaculares de una de sus vidas pasadas. Y a partir de entonces, la recreación de sus visiones se convirtió en su meta de vida. 

Una noche de agosto de 1978, "Falco" y algunos compañeros afines a sus ideas, comenzaron a excavar en la ladera de la montaña. Durante los siguientes 14 años, trabajaron en turnos de cuatro horas, utilizando herramientas manuales y simples, basándose en bocetos sobre sus visiones. 

Los rumores sobre que algo sucedía en la casa, empezaron a crecer, hasta que en 1992, la policía se presentó en la puerta de "Falco", quien no los dejó entrar, pero los oficiales amenazaron con utilizar dinamita. Al darse cuenta que no podía evitar la intervención de la policía, "Falco" y sus compañeros llevaron a los oficiales hasta la puerta secreta y dentro de la montaña. Tardaron una hora en dar a los funcionarios un recorrido por todo lo que habían hecho. 

Esta enorme construcción secreta, consta de un laberinto a través de la roca, el cual conecta a enormes templos con techos de más de 7 metros de alto. Impresionados por lo que estaban viendo, la policía se apoderó de los templos en nombre del gobierno. Se le solicitó a "Falco" continuar con su obra de arte, pero que no realizara ninguna construcción más, ya que no había recibido permiso de planificación para el proyecto. 

Más tarde el gobierno italiano reconoció a los templos como La Octava Maravilla del Mundo

Estos 9 templos se encuentran situados a 100 pies de profundidad, en sinuosas cavernas excavadas a mano. Todos ellos recogen bellas vidrieras, pinturas al fresco, óleos y elementos arquitectónicos únicos. Los 9 templos de Damanhur son visitados cada año por miles de turistas, ya que en sus paredes se recoge la Historia de la Humanidad a lo largo de los siglos. De gran valor artístico, estos templos excavados en la roca viva son un lugar ideal para meditar y ser inspirado por la historia antigua.


 Ahora toca reflexionar un poco sobre el tema. Se que a primera vista puede parecer que este grupo está totalmente fuera de lugar, contexto y situación actual, por no decir que pudieran estar un poco locos. Pero para mi, nada más lejos de la realidad. La Fe con la que estos hombres han construido estos templos es lo que hace grande una religión o grupo sectario o secta. ¿O acaso las grandes religiones no tienes inmensos templos construidos en épocas  donde la gente daba su vida ella? ¿O acaso si existieran los egipcios hoy en día diríamos que están todos locos por construir pirámides? La historia y nuestras creencias a veces nos hacen ver las cosas con un prisma diferente al objetivo y real. Para mi, ésta es una demostración en el siglo XX de lo que debieron experimentar muchos "iluminados" en diferentes épocas de la historia para crear las construcciones maravillosas que perduran en la historia y nos hacen comprender que la Fe puede con todo.


lunes, 20 de agosto de 2012

¿Quién fue Cristóbal Colón? La cara oculta del descubridor

  Sin duda nos encontramos ante uno de los personajes más conocidos de la Historia Universal. Pocas personas harán un gesto de duda cuando preguntes quién fue Colón. Después de luchar varios años con el Rey de Portugal y con los Reyes de España, consigue al fin su sueño, el intentar llegar a las Indias por el Oeste. El proyecto que lo tenía totalmente enganchado desde hacía muchos años llegaba a la práctica. Todos sabemos que el 12 de octubre de 1492, Colón descubrió América. Aunque él sabía ya de antemano lo que iba a encontrar, murió pensando realmente que estaba ante Zipango -actual Japón-, y la zona oriental de las Inidias. Pero éste será un tema que trataremos en otro capítulo del blog. Lo que ahora nos interesa saber realmente es quién fue Colón. Tan conocido es su descubrimiento como desconocido  es su origen. Cristóbal Colón guardó celosamente sus secretos y hasta hoy no se sabe a ciencia cierta cuál es su origen y parte de su vida. ¿Era español o italiano? ¿Era de origen plebeyo o noble? ¿Era judío? ¿Tal vez, incluso un corsario?.  El enigma sigue ahí, y si me acompañan en esta investigación, verán que el problema de su origen y su vida hoy en día sigue siendo un auténtico enigma. Tras su muerte en 1506 en Valladolid, sus restos fueron enviados por petición del navegante a La Española, actual República Dominicana. 300 años después sus restos vuelven a España, a la Catedral de Sevilla, aunque algunos opinan que sus huesos siguen descansando en la isla.


Hasta 1476 la vida de Cristóbal Colón es un auténtico misterio, incluso después de esta fecha, como ya hemos dicho, ni siquiera el propio descubridor dio un solo dato sobre su pasado u origen. En ese mismo año, según nos cuentan los libros de Historia, frente a las costas de Portugal se libra una batalla entre 5 naves comerciales genovesas y una pequeña flota de corsarios. Colón es miembro de la tripulación de una de las naves genovesas, y al incendiarse el barco tiene que tirarse al mar. Tras nadar 2 leguas -unos 14 Km.- llega a tierra firme. El "supuesto genovés" ve la intercesión de Dios en su milagroso rescate y desde entonces cree que su destino va marcado en hacer algo grande, a descubrir algo. Este es el lado "oficial" de la Historia, pero en la supuesta biografía de su hijo Hernando, la Historia cambia sustancialmente. Según ésta, Colón formaba parte de la flota de corsarios y aprovechó el momento para cambiar de identidad y vida. Si fuera esta historia real, Cristóbal Colón estaría atacando en ese momento a los Reyes que unos años después le financiarían el viaje. Aunque a decir verdad, el Descubridor guardó tan secretamente sus orígenes que ni tan siquiera le reveló a su hijo su vida de juventud. Había una intencionalidad en ocultar su pasado. ¿Por qué?

 En la Catedral de Sevilla descansan los huesos de Cristóbal Colón -aunque también hay un supuesto túmulo en la capital de la República Dominicana, como hemos dicho-. Hace pocos años, después de estar un tiempo luchando con diferentes administraciones, y bajo la testigo Anunciada Colón de Carvajal -descendiente directa de Cristóbal Colón-, un equipo de la Universidad de Granada, dirigidos por el profesor José Antonio Lorente, consiguió los permisos necesarios para exhumar y analizar los restos que se encontraban en la tumba. Cuando abrieron la urna que contenían los restos del Descubrior, se dieron cuenta que lo único que quedaba de él eran pequeñísimos fragmentos y cenizas. Aún así no cejaron en la empresa de intentar extraer el ADN de Colón. El cabildo de la Catedral permitió tan solo seis días para estudiar los restos, así que la premura era máxima. Se empezaron a realizar dos estudios diferentes; el profesor Lorente se dedicó a intentar estudiar el código genético, mientras que el profesor Botella, antropólogo forense intentó llevar a cabo un estudio de la morfología y antropología de los huesos. Miguel Botella comenzó inmediatamente el análisis de los pocos fragmentos que quedaban en la caja. En un pequeño fragmento de la mandíbula observó un corte, y por su forma y donde estaba llegó a la conclusión que era resultado de un proceso de descarnamiento. El descarnamiento era un proceso arduo que se hacía a los cuerpos que tenían que hacer largas distancias. Y este proceso se le hacía a personas con cierta notoriedad, un dato más a la hora de corroborar que los restos podían ser perfectamente de Colón. Respecto al proceso de extracción del ADN, para comparar el código genético, se exhumaron dos parientes suyos, su hermano Diego y su hijo Hernando. La primera prueba de los restos de Colón no tuvieron éxito, con lo que tuvieron que repetirla. Desgraciadamente la siguiente prueba volvió a fracasar. Los últimos huesos viajaron a Dallas hasta un laboratorio especializado en ADN que estudió los restos del 11-S. Desgraciadamente, no pudieron sacarse restos de ADN mitocondrial puros, con lo que los estudios científicos no pudieron dar ningún resultado óptimo

  En Italia se venera la figura de Colón; según la teoría genovista, Cristóbal Colón era un humilde tejedor de la ciudad de Génova. Desgraciadamente, al no existir en aquella época registros de nacimiento ni juventud, tanto ésta como el resto de teorías pueden ser igualmente válidas.Existe solamente un texto en el que Colón habla de su pasado, dice: "De Génova salí y en Génova nací". Desgraciadamente el texto es una copia de un original ya perdido, y pierde toda credulidad. El profesor Charles Merril, especialista colombino, ha estudiado durante décadas textos y documentos para diseccionar este enigma. Él es uno de los primeros en tirar por tierra la idea de un Colón genovés. En el siglo XIX y XX el gobierno genovés presentó 70 documentos que acreditaban la teoría genovesa, y se aceptó desde entonces como tal. En Génova se encuentra la supuesta casa donde vivió Colón con su familia en su infancia y juventud. Hacia 1450 vivieron en la casa Doménico Colombo y Susana Fontanarrosa, los supuestos padres de Colón. Según esta teoría fue el mayor de cuatro hermanos y una hermana. Dedicó su juventud a tejer o ayudar a su padre en el negocio hasta que en 1472 se enroló como tripulante en una nave comercial genovesa, para no volver jamás. En 1476 tuvo lugar la batalla frente a las costas portuguesas que le cambiaría la vida para siempre.


 Pero según el profesor Merril, el Cristoforo Colombo de las crónicas genovesas difieren mucho del Cristóbal Colón descubridor. En el Museo Naval de Génova existe un texto de Colón que dice: "Aunque mi cuerpo esté aquí, mi corazón está allá", pero en ningún momento cita "en Génova". El profesor Merril también asegura que el Cristoforo Colombo tejedor empezó demasiado tarde su período navegante, ya que su experiencia en navegación ulterior era demasiado extensa como para empezar tan tarde. Además en un escrito, Colón cita "desde muy temprana edad, entré en la mar navegando...", así que debió de empezar más joven que con 20 años. Hay un dato más importante aún que hace dudar de su origen humilde de tejedor. En 1478 contrae matrimonio en Portosanto -Portugal- con Felipa Muñiz, una dama noble portuguesa. Especialistas en historia social de Portugal indican que un matrimonio entre un noble y un plebeyo era imposible en aquella época. Así que, ¿Era Cristóbal Colón alguien de origen noble? o ¿se hizo pasar tras esa batalla de 1476 por alguien noble si serlo?. No lo sabemos. Lo que si que tenemos total certeza es la historia desde entonces. Tras la muerte de su mujer, en 1484, Colón viaja a Castilla, donde ya se ve un hombre versado, con conocimientos de cartografía y gran ambición.
 Existe una teoría más controvertida que dice que Cristóbal Colón fue español, más concretamente catalán. En Barcelona se encuentra el Centro de Estudios Colombinos. Allí defienden la teoría del origen español del Descubridor. En el siglo XV existió una familia noble -cuya casa se mantiene aún hoy en pie-, la familia Colom. Era una potente familia de banqueros y comerciantes, los cuales mandaban sus naves a comerciar por todo el Mediterráneo.
Pero si realmente el navegante fue miembro de una familia noble catalana, ¿Por qué quiso esconder con tanto recelo su pasado? La respuesta puede estar en una carta que escribe a los Reyes Católicos, al final de sus días. En ella escribe que participó como capitán en una nave contra la familia del Rey Fernando -que luego le financiaría su viaje- en la guerra civil catalana. De esta forma, lógicamente, era mejor preservar su identidad.

 Además, la teoría catalana dice que Colón participó en la batalla frente a las costas portuguesas contra cinco naves comerciales genovesas, pero en el bando de los corsarios. Para más coincidencia, el almirante de una de las naves de los corsarios era de la familia de Colom. En un documento, el navegante dice: "no soy el primer almirante de mi familia..." Sin embargo, no existen prueban documentales de un Cristóbal Colón en Cataluña. Aunque esto podría haber sido posible si hubiera sido un hijo ilegítimo.

  A través de la lexicometría -técnica por la cual, ayudado por métodos informáticos, se intenta encontrar los orígenes idiomáticos de alguien a partir de errores y vacilaciones en su escritura-, el profesor Yzaguirre intenta descubrir errores lingüísticos en los textos de Colón, ya que, curiosamente, nunca escribió en italiano, algo muy extraño si defendemos la teoría genovista, puesto que es difícil que pueda olvidar su idioma si salió de Génova a los 20 años. Incluso a sus hermanos y banqueros en Italia les escribe en español. Los resultados de la lexicometría concluyen que las vacilaciones del navegante en sus textos pueden deberse a que su idioma de nacimiento fuera el catalán. Asimismo, el padre Roura, experto lingüístico, investiga manuscritos de Colón, llegando a la conclusión que Cristóbal Colón recibió una educación refinada y confirma que su letra es la típica cursiva usada en aquella época en Cataluña. En el siglo XV la educación estaba reservada para los sectores importantes de la sociedad. La teoría de un Cristóbal Colón español se afianza un poco más. Sin embargo, todavía imposible de demostrar al 100%.

 Han pasado más de 500 años del descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, pero todavía no tenemos la más mínima certeza del origen y secreto de este personaje. ¿Fue realmente un corsario noble catalán que quiso ocultar su identidad frente a unos reyes contra los que había luchado unos años antes? ¿Fue un hijo bastardo? ¿Realmente proviene de una humilde familia de tejedores genoveses? ¿Quizás fue un judío que quiso ocultar su identidad en una Cataluña del siglo XV donde se desterraban y quemaban vivos a lo judíos? Hasta hoy el enigma Colón sigue vivo. Hasta hoy Cristóbal Colón, mantiene su secreto junto a su tumba, esperando que alguien la descubra.


 Un enigma maravilloso...

martes, 14 de agosto de 2012

La conspiración del atentado de Carrero Blanco

  Miércoles, 19 de diciembre de 1973, dos electricistas -que en realidad son terroristas de E.T.A.- realizan labores a la altura del portal 104 de la calle Claudio Coello, en Madrid. Con la excusa de la necesidad de un vecino escultor que necesita más luz en el sótano del mismo portal, lanzan un cableado por la calle. Jueves, 20 de diciembre de 1973, sobre las ocho de la mañana, los dos terroristas conectan el cable a una batería y aparcan en doble fila un automóvil Austin Morris 1300. El presidente del gobierno, almirante Luis Carrero Blanco se dispone a ir a la misa diaria que asiste en la iglesia San Francisco de Borja, de los Jesuitas, en la calle Serrano. A las 9:00 asiste a la misa. A las 9:25 sale. A las 9:35, el Dodge Dart 3700 matrícula PMM-16416 del presidente gira de la calle Juan Bravo a Claudio Coello. El chófer de Carrero Blanco tiene que reducir la velocidad del vehículo, ya que la calle es estrecha y un coche se encuentra estacionado en doble fila. A las 9:36 horas, uno de los etarras avisa con un AHORA al otro, que controla el dispositivo eléctrico, accionando el mecanismo de la bomba. Durante 2 o 3 segundos un ruido ensordecedor como de un trueno hace retumbar toda la calle y zonas aledañas. El coche del presidente, de 2300 kilos de peso, vuela 20 metros por los aires. El socavón en la calle es inmenso. El coche ha superado la altura de la casa, choca con la cornisa y acaba en la terraza interior del edificio, la Casa Profesa de los Jesuitas. Mueren los tres ocupantes, aunque no en el acto, pero casi al poco tiempo después. A las 9:53, una ambulancia llega a la Clínica Francisco Franco con las tres víctimas, Luis Carrero Blanco, su chófer José Luis Pérez Mojena y su escolta Juan Bueno Fernández. Oficialmente se conoce la muerte del presidente del gobierno.


Hasta aquí la historia del atentado de Carrero Blanco tal y como la conocemos todos. Pero hay más, bastante más en lo que investigar. Vamos a intentar exponer las situaciones previas al día del atentado, porque hay varias cuestiones que pueden dar lugar a imaginar que este atentado se podía haber evitado, pero no se hizo ¿Por qué?. La primera cuestión que hay que tener en cuenta es la visita que en esos días se encontraba en Madrid, nada más y nada menos que Henry Kissinger, secretario de estado norteamericano y        jefe de operaciones de la C.I.A. Recordemos que la Embajada de Estados Unidos se encuentra a pocos metros de donde sucedió el atentado, lo que hace sospechar que los servicios secretos norteamericanos no supieran nada al respecto. Esa misma noche durmió en la Embajada. El día 19, el mismo Kissinger tuvo una reunión con Carrero Blanco, junto con otros representantes estadounidenses, entre ellos el jefe de las operaciones clandestinas de la C.I.A. William Nelson.


   En esos días, en el Hotel Mindanao, hay una reunión entre miembros del comando terrorista y un confidente descrito como un hombre elegante, alto y con una gabardina blanca, con vínculos en el mundo de la televisión y el espectáculo, y que porta una cartera de piel. En esa cartera lleva un sobre blanco con información sobre los movimientos de Carrero Blanco, información sobre el recorrido del coche, que no lleva casi escolta ni el coche blindado... en definitiva,  todo lo necesario para realizar la operación.

 Por otro lado, habría que desengranar cómo se realizó la operación. En el edificio donde los etarras estuvieron viviendo un tiempo, en la calle Mirlo, los denominaban los de la E.T.A., porque, aún cuando sus carnets registraban su procedencia de Palencia y de Burgos, no podían quitar el acento. Para realizar la operación, tuvieron que excavar en los bajos del edificio 104 de la calle Claudio Coello, un agujero de 50x60 cm., algo sumamente claustrofóbico. Además, a causa de las emanaciones recibidas durante el proceso, la piel se les volvió gris-verdosa, haciendo que su presencia en bares y restaurantes de la zona fuera poco discreta a causa de su color y su hedor.
 También llama la atención que absolutamente nadie se diera cuenta que allí estaba pasando algo extraño, cuando los trabajos de trepanación del túnel se realizaban durante todo el día, casi a ras del suelo, en una calle bien confluida, y además, sin licencia de obra. Su tapadera fue la de un escultor que trabajaba en ese bajo. Pero ¿los ruidos de la calle? Un dato muy importante a tener en cuenta es el explosivo utilizado por los terroristas. En aquella época, la E.T.A. era "precaria" en utilización de bombas y explosivos. No tenían ni infraestructura ni artificieros para ese tipo de operaciones. El explosivo utilizado para el atentado fue el C-4, material desconocido en esa época en España, usado en el ámbito militar por los Estados Unidos (como en la guerra del Vietnam). Su falta de experiencia lo demuestra el Austin Morris estacionado en doble fila, usado para dos cosas. Primero para que el coche del presidente tuviera que reducir la velocidad y pasar justo por encima de la bomba, y la otra era reforzar el efecto explosivo ya que lo cargaron con 25 kilos de explosivo que nunca detonó, afortunadamente.

 Hay un detalle curioso la noche antes del atentado que comenta la viuda del presidente, Carmen Pichot, ya fallecida. Según ella, esa noche, el almirante recibió una llamada, no se sabe bien si de los servicios secretos o del ministerio del interior, comentando que el comando terrorista estaba controlado. Carrero se lo comentó a su mujer para tranquilizarla. En esos días, el presidente estaba amenazado con un posible atentado y le habían avisado ya los servicios secretos. Pero en ningún momento cambió de ruta, ni puso coche blindado, ni siquiera aumentó su escolta. Pero, ¿Quién fue realmente el que llamó al presidente? ¿Era cierto que  se les escapó de las manos o lo tenían controlado de verdad para que el atentado tuviera lugar?

 Existe un informe de Estados Unidos, el cable 700 de 1971, desclasificado en 2008, que aconseja la desaparición del gobierno español de Carrero Blanco por Díez-Alegría o Castañón. Aquí tenemos que echar la vista atrás nuevamente. La reunión que mantuvieron diferentes representantes de EE.UU. con el presidente del gobierno el 19 de diciembre de 1973, fue en realidad un tanteo que los norteamericanos estaban realizando a lo que ellos llamaban por aquel entonces los países blandos de Europa: Portugal, Grecia y España. Lo que tenían planeado es que tras la muerte de Franco, hubiera una transición con el Rey y una democracia. A lo que Luis Carrero Blanco se negó con rotundidad, ya que lo que él quería era una continuidad del régimen llevado hasta esa fecha por Francisco Franco. Había puesto en marcha el archivo JANO, que era una forma de control de miles y miles de españoles con fichas públicas y privadas, para escoger a las personas más convenientes a la hora de hacer nombramientos. En definitiva, no quería una transición, un gran obstáculo para los intereses de varios países e incluso de mucha gente en el gobierno español. Curiosamente el servicio secreto estaba dirigido desde el Ministerio de Gobernación -lo que sería ahora el Ministerio de Interior-, cuyo ministro era Arias Navarro, a la postre presidente del gobierno, tras el fallecimiento de Carrero Blanco.


En esa misma reunión, asimismo, los norteamericanos también querían que España firmara el tratado de no utilización de armas atómicas, cosa a la que también opuso resistencia el almirante, que ya había empezado a experimentar en la Ciudad Universitaria -Madrid- con el reactor experimental Coral 1, para poner en marcha el programa nuclear en España.

 Han pasado 39 años del atentado y las incógnitas siguen allí. Más de un periodista de investigación ha intentado indagar, pero tanto desde el entorno de la policía como desde el entrono de E.T.A. han declinado opinar y han remarcado que eso es mejor no tocarlo y dejarlo tal y como está. Por otro lado los documentos respecto al atentado siguen si desclasificarse. El coche del atentado estuvo expuesto en el Museo del Ejército, hasta que éste mudó de lugar. Desde entonces se encuentra en los sótanos del Museo, sin que se pueda ver, fotografiar o grabar. Cosas de los militares.... ¿O algo más?





viernes, 20 de abril de 2012

Los OOPART más inquietantes


El mundo de la arqueología es apasionante. Es una disciplina, un arte, una ciencia, una vocación que nace de la necesidad de saber. De saber sobre nosotros y sobre la vida, de desenmarañar los oscuros túneles que bordan nuestro pasado ancestral y atávico. Ya sea la de ratificar y verificar toda clase de textos que nos hablan de la historia tal y como la hemos leído, escuchado o estudiado, como la de intentar descifrar esa parte de realidad que ha sido y que no tenemos constancia de ella por falta de documentos escritos que nos hablen sobre ella, llamada prehistoria.
Cuando oigo o leo artículos sobre un grupo de Sapiens que vivían en comunidad siendo cazadores recolectores, o sobre lo que comía o como comía un Neanderthal, o sobre la enfermedad que mató a un determinado Faraón egipcio, me quedo tremendamente sorprendido. Los avances que se han conseguido en la rama de la arqueología llega a convertirse a veces en casi ciencia ficción. Aún así, la tarea del arqueólogo se me antoja como uno de los trabajos más interesantes y gratificantes que puede haber. También uno de los más complicados y pacientes. Los trabajos de arqueología se basan en años de estudio en el terreno primero y en oficinas y laboratorios después. Pueden pasar décadas tranquilamente antes de sacar resultados fehacientes y satisfactorios. Eso de ser "detective del pasado" tiene sus grandes ventajas e inconvenientes.
También influyen cada vez en más medida, las organizaciones que puedan subvencionar cualquier excavación, ya que el coste que supone la logística de medios y de personas es bastante elevado generalmente. Aún así, poco a poco, vamos conociendo más profundamente a nuestros ancestros, para así poder llegar a conocernos algún día a nosotros mismos.
En este tipo de trabajos o de forma casual, raras veces sucede el encontrar algún objeto que ciertamente no tiene ningún sentido temporal o de lugar. Algo que no debería estar allí porque, o todos estamos equivocados respecto a la forma de vida y medios usados en esa época, o nos encontramos con algo totalmente fuera de su tiempo. De una forma u otra, estos objetos no tienen ningún tipo de explicación lógica, por lo menos comparándolo con su época. Son los llamados literalmente artefactos fuera de lugar -en inglés out of place artefact- o más conocidos por sus siglas en inglés OOPART. A lo largo de la historia de la arqueología no son muy numerosos, pero hay una serie de objetos que están volviendo loco a más de uno intentando dar una explicación lógica a algo que en un principio no la tiene.
Tampoco son reducidos los casos en los que la ambición o las ganas de sacar algún tipo de interés económico o simplemente el hecho de llamar la atención o ser conocidos, los hallazgos de estos OOPART son una pura farsa o más vulgarmente llamado timo. Con lo cual, el tema de los OOPART se debe tratar con mucha delicadeza, estudiando a fondo como se ha encontrado la pieza, quien lo ha hecho, en que condiciones e intentando encontrar un sentido lógico a todo. Pero, ¿y cuando todo esto falla?; pues cuando todo esto falla nos encontramos con un OOPART en toda regla.
Quiero exponer en el siguiente artículo una serie de OOPART, quizás los que más me sorprenden o desconciertan. Objetos totalmente fuera de lugar, época, o tecnológicamente incongruentes con el resto de sus contemporáneos. No quiero que se me tache de ninguna rama que intenta explicar todos estos hechos de una forma pseudocientífica, tirando sus rápidos y a veces poco estudiados resultados hacia el creacionismo alienígena, queriendo ver sí o sí que alguna civilización avanzada ya tuvo contacto con nosotros y dejó su impronta en el pasado con estos objetos. Nuevamente ni lo apoyo ni lo desmiento. Creo que hay que intentar sacar conclusiones de la manera más lógica ante todo. Si esto falla... entonces cualquier teoría puede que sea cierta, mientras que no se refute científicamente. He aquí una muestra.


Un satélite pintado en el siglo XVI




En Montalcino, cerca de Siena en Italia, se encuentra una pintura llamada "La glorificación de la Eucaristía", en el retablo de la iglesia de San Pedro. El fresco es pintado junto con otras representaciones pictóricas por Sienes Ventura Salimbeni, especialista en representaciones religiosas. La época en la que fue creada esta representación fue entre 1598 y 1614. Como vemos en la representación hay un objeto que llama la atención en particular. Entre Dios y Jesús se encuentra un objeto que, aunque tenemos otras representaciones parecidas a ésta, se nos antoja como algo fuera de lugar. Este artefacto se asemeja a una esfera sólida y con cierta transparencia. En la parte superior y a ambos lados, los personajes pintados parecen sujetar unas "antenas", una terminada en una pequeña esfera y la otra terminada en una cruz.
En la parte central del objeto vemos una línea ecuatorial que lo circunda, apreciándose, gracias a su transparencia, la parte de atrás de esta línea. También en su parte superior, nos encontramos una especie de mancha amarillenta que podría representar el Sol, y en su parte inferior derecha vemos una protuberancia que es bastante similar a lo que hoy llamaríamos objetivo, apreciándose incluso una lente al final. En definitiva, un objeto que realmente se asemeja al primer satélite enviado al espacio por los rusos el 4 de octubre de 1957, llamado Sputnik 1.
Seguramente no sea más que una coincidencia, ya que como hemos dicho antes, las representaciones de estos orbes son bastante comunes en la pintura de la época; pero a mi me llama mucho la atención el tremendo parecido con el satélite soviético. Quizás los científicos soviéticos hicieran una especie de homenaje imitando esta representación -cosa que me escama bastante-, puede que Salimbeni tuviera alguna visión o sueño premoritorio, pero el caso es que la pintura está ahí. El debate está servido ¿Qué os parece el parecido?




La máquina de Antiquitera

Nos tenemos que remontar al año 1900. Un barco griego de pescadores se desvió de su ruta por culpa de una tormenta. Llegaron a Antiquitera, una isla que está de camino entre la costa griega y Creta. Tras sumergirse en la zona descubrieron a 61 metros de profundidad un barco romano naufragado sobre el 65 a.c. Los trabajos de arqueología entonces se alargaron un tiempo sacando del barco numeroso material como ánforas, esculturas... hasta que en 1902 Valerios Stais, director del Museo Arqueológico Nacional de Atenas, descubrió un objeto de madera y bronce con una serie de engranajes. Había encontrado la máquina de Antiquitera. Aunque este artefacto se podría considerar como otro OOPART, lo cierto es que después de muchos años de estudio, se certificó científicamente que este objeto existió en su momento como una máquina, más concretamente como una calculadora astronómica, y ahora contaremos como llegaron a esta conclusión.

La máquina de Antiquitera es un mecanismo de bronce y madera de 31,5 cm. de longitud, 19 cm. de anchura y 10 cm. de grosor. El mecanismo de engranajes estaba cubierto por una caja de madera con dos puertas. El material rescatado se compone de unas 82 piezas. Dado las delicadas condiciones de las piezas, el estudio de la máquina fue llevado a cabo en Atenas, trasladando el equipo de investigación necesario a la capital helena. Se creó el Proyecto de Investigación del Mecanismo de Antiquitera entre varias empresas y universidades. A través de de fotografías digitales y rayos X, se fue desentrañando poco a poco el enigma. El resultado fue publicado enNature. Los resultados son tremendamente sorprendentes. La máquina fue construida alrededor del 150 a.c. y constaba de un engranaje con unas 30 ruedas dentadas hechas a mano, incluso siete más que no han sido encontradas. El mecanismo es de una precisión tan exacta que no nos encontramos nada igual hasta la creación de los primeros relojes mecánicos. Ni que decir tiene que no se tiene constancia de ningún aparato parecido en esa época.
El dial central determinaba la posición del Sol y la Luna en el Zodiaco, y un calendario de 365 días ajustable para los años bisiestos.Los diales traseros servían para predecir eclipses solares y lunares según dos ciclos astronómicos, el de Calipo -76 años y 940 lunaciones- y el de Saros -18 años y 223 lunaciones-. Los expertos creen además que existían otros engranajes para predecir el movimiento de los planetas. Un máquina que se me antoja tremendamente adelantada para la época.

Michael Edmunds -astrofísico de la Universidad de Cardiff- junto con sus colaboradores, determinaron en la revista , apuntaron la posible identidad del autor de la máquina de Antiquitera. Se trataría de Hiparco de Nicea, considerado el primer astrónomo científico, además de ser matemático y geógrafo. Sucedió a Eratóstenes en la dirección de la biblioteca de Alejandría, elaboró un catálogo de 850 estrellas clasificándolas por su brillo, como se hace en la actualidad, calculó de forma muy precisa la distancia de la Tierra a la Luna, midió el año con una imprecisión de 6 minutos... en definitiva un erudito avanzado a su época y que pudo realizar esta máquina, ya que entre sus descubrimientos está la expicación de la irregularidad del movimiento de la Luna por el cielo debido a su órbita elíptica -y en la máquina está plasmada esta irregularidad-.
Ya sea un invento avanzadísimo para su época o un regalo de una civilización extraterrestre, lo cierto es que la máquina de Antiquitera es un artefacto que hoy por hoy nos resultaría un buen invento, actual y práctico... más de 2000 años después...



El disco egipcio del príncipe Sabu


                                     

Casi olvidado, en una solitaria vitrina de la primera planta del Museo Egipcio de El Cairo, se halla este más que curioso objeto. Este "incatalogado" artefacto es denominado la rueda o el disco del príncipe Sabu.
Uno de los egiptólogos más importantes del siglo XX, Brian Walter Emery, realizando unas excavaciones en 1936 en la región de Sakkara, descubrió este disco junto a otros numerosos utensilios en la Tumba del príncipe Sabu, dentro del templo de Zóser. El príncipe Sabu fue hijo del faraón Abjuib, de la primera Dinastía que reinó Egipto, allá por el año 3000 a.c. En 1961, casi 30 años después, Emery, en su libro Egipto Arcaico -un clásico de la egiptología-, se refiere a dicho utensilio..."no se ha conseguido ninguna explicación satisfactoria sobre el curioso diseño de este objeto". A día de hoy, el enigma sigue ahí.
El disco de Sakkara tiene 61 cm. de diámetro y 10,6 cm. es su máxima altura, situada en el centro, hallándose en el mismo centro un orificio en el que se puede suponer que va un eje. El objeto tiene forma de volante cóncavo con tres cortes o palas curvadas que recuerdan la hélice de un barco. La rueda está fabricada en esquisto, una roca muy frágil y quebradiza, lo que le da un valor extra, ya que su elaboración es muy laboriosa.
Y hasta aquí llega el conocimiento certero que tenemos de la rueda de Sabu. Ahora toca a aventurarse con las conjeturas y teorías que han recorrido el planeta buscándole una utilidad o finalidad. Se ha hablado de una posible rueda, aunque una rueda en ese material hubiera sido un fracaso rotundo, además de saber que la rueda entra en Egipto tras la invasión de los Hicsos a partir del 1640 a.c. También se habló de hélice para barco, intuyendo la utilización del disco en un medio líquido, cosa también improbable. Otros investigadores piensan que formaba parte de un engranaje de alguna máquina. Pero ¿Quién quiere poner en la tumba de un príncipoe una parte de una máquina? Hay quien quita bastante hierro al asunto tachando al disco de un simple objeto decorativo o candelabro, cosa que se me antoja otra vez bastante difícil de entender, si no se ha encontrado nada parecido en toda la cultura egipcia. Y por último cabría destacar la dificultad de tallar de manera tan precisa el esquisto dando esa forma final, dado que en la fecha en la que se construyó, es decir, hace 5000 años, las herramientas debían ser bastante rudimentarias, ya que el metal que conocían básicamente era el cobre.
En conclusión, el disco de Sabu es un OOPART con comillas como el anterior, puesto que sabemos que pudo ser hecho en esa época. Pero quizás el OOPART aquí fue la persona que lo realizó, o la finalidad del mismo.

        




El hombre de Palenque


 Sin duda, desde mi punto de vista, es una de las representaciones más enigmáticas de la historia de la humanidad. Tenemos que cruzar el charco para encontrar este sarcófago grabado, más concretamente al estado de Chiapas, en México. En el año 1952, unas excavaciones dirigidas por el arqueólogo Alberto Ruiz Luillier, realizando unas incursiones en la pirámide de Palenque -en el citado estado de Chiapas-, encontraron un sarcófago con los restos de una momia que según los Mayas se trataba del Dios Kulkulkan, al que adoraban. Dentro del sarcófago además encontraron varios objetos, entre ellos, una máscara de jade y oro cubriendo el rostro de los restos momificados. 
 Aunque lo más importante de hallazgo sin duda se encuentra en la tapa del sarcófago. Con unas dimensiones de 3,80 m. de largo, 2,20 m. de ancho y un peso de 6 toneladas, en esta tapa se encuentra un grabado más que insólito. En ella vemos de forma extremadamente nítida a un hombre sentado en una especie de máquina que se asemeja de modo sorprendente a un artefacto espacial, una especie de nave. Desde luego a primera vista todo parece desconcertante, ya que los estudios realizados para datar el sarcófago lo ubican hace 10.000 años. Además, las mismas investigaciones concluyen que el hombre que está enterrado allí no es de raza maya. Tuvo una talla de 1'72 y unos rasgos marcadamente distintos a los pobladores de aquella época en el lugar.
           

 Como vemos en el grabado, el supuesto "piloto" se encuentra sentado, con sus manos en los mandos de control y su pie derecho está manejando un pedal. Lleva un curioso casco y hasta su nariz llega una especie de tubo o máscara. Realmente desconcertante. El detalle de el relieve va aún más allá. Se pueden ver partes metálicas y tornillería típica de aeronaves, en la parte derecha vemos el fuego que sale de la "nave", así como el humo que desprende en los laterales. A parte de todo esto, existen algunos objetos poco identificables, aunque se acercan más a objetos o herramientas que podemos usar hoy en día.
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 Este caso ha pasado a ser uno de los enigmas sin resolver más famosos de la arqueología. No han sido pocos los proyectos e investigaciones llevados a cabo a lo largo de los años, sin dar más solución que la veracidad de la época y de lo que contiene. Sin embargo, el ser que representa y lo que maneja siguen siendo un gran enigma. ¿Puede que los dioses que adoraban los Mayas realmente vinieron desde el cielo? ¿Puede que sea esa la razón por la cual manejaban tan bien la astronomía y tenían esos calendarios tan enigmáticos? ¿Tendrían razón en la profecía del 2012? Dentro de poco, lo sabremos...

miércoles, 22 de febrero de 2012

El evangelio de Judas y el enigma del cristianismo primitivo




Es uno de los hombres más odiados de la Historia. Denostado, vilipendiado, menospreciado, tachado de malvado, malicioso, inicuo... será visto siempre como el eterno enemigo de la iglesia vendiendo a Jesús a los romanos. Se llamaba Judas Iscariote y fue uno de los doce discípulos de Jesús. Fue la persona que traicionó al señor, entregándolo en el monte de los olivos, besándolo para que los soldados romanos lo diferenciaran del resto de discípulos. Eso es, por lo menos, lo que nos cuentan los cuatro evangelios canónicos del Nuevo testamento, los evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan.

Pero, ¿y si de repente todo lo que conocíamos y lo que nos habían contado cambiara de un plumazo? ¿y si Judas fue realmente el favorito de Jesús y éste le traicionara por órdenes mismas del señor hacia él? ¿y si las nociones que tenemos del cristianismo cambiaran profundamente de bases y buscara el conocimiento espiritual interior ante la salvación eterna? ¿Y si viéramos a Judas como un héroe y no como un traidor?
Todas estas cuestiones pueden parecer una auténtica burla para la sociedad católica, apostólica y romana que conocemos actualmente, lo sé, pero no es un tema baladí ni son interrogantes de ciertos sectores conspiranóicos. Estas cuestiones se las están preguntando historiadores, arqueólogos, investigadores y teólogos que ven en el evangelio de Judas un auténtico rompecabezas que intentan desenmarañar para clarificar la verdadera historia del cristianismo primitivo. Cristianismo que haría mucho daño a la iglesia actual. Este tema es bastante espinoso, si comentaba en el artículo de la Síndone el carácter subjetivo de las interpretaciones que cada uno pudiera sacar de la información dada, no menos controvertidas serán las conclusiones que se lleven a cabo leyendo este artículo.
Que nadie me malinterprete, en ningún momento quiero ofender o menospreciar a ninguna religión ni persona, nada más lejos de mi intención, que es la de dar a conocer unos datos y unos textos que están ahí, que se han escrito como los demás evangelios, y que de alguna manera fueron despreciados juntos con otros tantos evangelios apócrifos que estudiaremos en otra ocasión.
Vamos con los antecedentes. El descubrimiento de este texto nada entre la penumbra de la historia más certera, pero lo que sabemos claramente es que se descubre en la década de los 70. La historia más fidedigna nos habla de un campesino que buscaba tesoros ocultos en cuevas a orillas del Nilo. En una de las cuevas, entre huesos de enterramientos descubre una caja de piedra. Dentro de ella encuentra un manuscrito envuelto en piel, y aunque no entiende nada de lo que pone en su interior, sabe que los antiguos manuscritos son bien pagados en el mercado "negro" de antigüedades de El Cairo. Aquí comienza la extraña travesía del manuscrito hasta que es finalmente comprado por la "Fundación Mecenas de Arte Antiguo" en 2000.
El campesino que encontró el texto lo vendió en el mercado de antigüedades de El Cairo. Como la vida de los objetos saqueados suele estar vetada por un tupido velo por parte de los anticuarios (para evitar a la policía y que tomen represalias las bandas de saqueadores de tesoros), la historia del códice no está clara al cien por cien. Aunque después de varias investigaciones se ha podido aclarar bastante. A través de un intermediario es vendido a un marchante de antigüedades egipcio llamado Hanna. Éste reúne en su apartamento varios objetos de arte de valor para enseñárselos a un posible comprador, pero poco antes de venderlos su casa es saqueada -lo más probable es que fue saqueada por la persona que se interesó por los objetos- llevándose los ladrones sólo unos cuantos objetos -los más valiosos-, entre ellos, el manuscrito. Poco tiempo después, los objetos robados comienzan a salir a la luz en Europa.
En ese momento Hanna pide ayuda en Ginebra a un comerciante griego, que era un frecuente comprador suyo, para recuperar el códice. Lo consigue en 1982, y tras consultar con algún que otro experto de papiros en Europa, pone un precio extremadamente alto. Ironías de la vida, ya que ni siquiera sabía nadie, ni siquiera Hanna, cual era el significado de lo que allí ponía. En 1983, otra vez en Ginebra, invita a tres expertos norteamericanos a mostrar el códice y otros textos para pujar por ellos. Uno de estos expertos es el Dr. Stephen Hemmel, una de las personas más prestigiosas en estudios de papiros coptos, que a la postre ayudó al equipo de investigación a restaurar, descifrar y autentificar este manuscrito. Les prohíben sacar fotos y tomar notas, y los pueden examinar sólo durante unos minutos. En seguida Hemmel se da cuenta que lo que está observando tiene un valor incalculable, se asemeja muchísimo a los papiros encontrados en Nag Hammadi (luego hablaremos de ellos) y aparentemente en un estado relativamente bueno. Al ojearlo ve entre sus líneas textos en los que Jesús habla con sus discípulos y el nombre de Judas en varias ocasiones.

El marchante egipcio pide un precio exorbitantemente alto -3 millones de dólares- y los expertos sólo pueden gastar cien mil entre los tres, así que las negociaciones no llegan a buen puerto. En el baño, Hemmel apunta todo lo que recuerda del manuscrito y deja escrito también el estado del mismo y la necesidad de ser cuidado y restaurado para que no sufra más. Desgraciadamente, eso no sucede. Hanna viaja a Nueva York con la intención de venderlo a un coleccionista sin éxito y frustrado guarda el manuscrito en una caja fuerte de un banco; este es el inicio del deterioro total del papiro. Las condiciones de temperatura y humedad que había tenido el manuscrito en Egipto cambian completamente cuando es guardado en una sucursal de Citibank en Hicksville, Nueva York. Allí queda abandonado a la más triste indolencia que se puede imaginar desintegrándose durante 17 años.

La anticuaria Frieda Tchacos Nussberger es la rescatadora del códice. Al fin, después de haber estado tras la pista del evangelio muchos años lo compra. Ésta lo hace pasar por varios posibles interesados más que, desgraciadamente, lo único que hacen es deteriorar aún más el estado del manuscrito. Aconsejada por un abogado suizo que le había estado ayundando, vende el códice a la Fundación Mecenas de Arte Antiguo el 19 de febrero de 2001. Gracias a Frieda hemos conseguido encontrar el punto de inflexión en el cual se profesaba el cristianismo primitivo en sus más variadas concepciones. De hecho, Frieda siempre cuenta que su misión en esta vida ha sido la de encontrar el manuscrito. Según ella, Judas le mandó directamente para "limpiar su nombre". Desde entonces, al texto se le denomina Códice Tchacos.


Desde que llega a manos de Mecenas de Arte Antiguo, se pone en marcha un mecanismo de emergencia para salvar y restaurar el códice, cosa que llevó años en terminarse. Por lo pronto, todo el manuscrito estaba dividido en dos de forma horizontal, y cada una de esas dos partes estaba dividida en trocitos en gran medida, aparte de haber perdido muchísimos fragmentos de papiro, desintegrados literalmente. También hay que añadir que las hojas estaban mezcladas entre sí, quizás por la codicia de Hanna, que le hubiera gustado vender fragmentos u hojas sueltas al no poder venderlo entero. Aquí debemos tener en cuenta además que puede que esa intención se hubiera visto realizada, vendiendo alguna parte del Códice Tchacos a algún coleccionista privado. Los investigadores no pierden la esperanza de ver algún día un trozo de pergamino del evangelio aparecer de forma anónima, para completar aún más el sentido del
conjunto.
Gracias a la actuación de la Fundación y de la National Geographic se obró el milagro. En Suiza, sede de la Fundación, lograron reunir todo un elenco de profesionales e investigadores del más alto nivel, para restaurar y traducir el códice.

El manuscrito llega a Mecenas en un estado francamente deplorable. Florence Darbre, una de las mejores restauradoras y conservadoras de papiros del mundo se pone manos a la obra para recomponer el puzzle más complicado al que se ha enfrentado nunca. Trabaja mano a mano con Rodolphe Kasser, uno de los expertos más importantes del mundo en copto, la lengua de los egipcios cristianos en la que está escrito el documento. Para dañar lo más mínimo el papiro lo que hacen es ir sacando fotografías y a partir de éstas, intentar recomponer cada papiro con fotocopias hasta que encuentran la posición correcta. De esta forma evitan mover demasiado las ya muy dañadas partes. Cuando tienen todo el papiro restaurado, o todos los trozos encontrados de una página, es colocado entre dos planchas de metacrilato y es fotografiado, para evitar trabajar con el original, preservando lo máximo posible el incunable.
Aún en esas condiciones tan deterioradas, hay una línea que destaca entre todas, traducido del copto dice "Evangelio de Judas" -colocado el título al final del manuscrito, como era habitual con los evangelios de aquella época-. ¿Quién se molestaría en hacer un evangelio de Judas?
Todos tenemos conocimiento de los evangelios canónicos, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Todos ellos escritos bastante después de la muerte de Cristo. Hasta ahí todo claro. Pero en 1945 un hallazgo en Nag Hammadi, Egipto, empieza a poner nerviosa a la Iglesia. Se trata de 13 códices de papiro forrados en cuero y escritos en copto, los cuáles muestran una colección de evangelios desconocidos hasta ahora, al menos físicamente. Textos como el evangelio de Tomás, de Santiago, de Felipe... hasta otra serie de textos como una copia de La República de Platón, modificada con conceptos gnósticos.

Después de largos años de estudio y traducción de estos textos, nos muestran unos evangelios que en algunos casos tienen paralelismos con los evangelios que conocemos, pero en gran medida son enseñanzas filosóficas con conceptos gnósticos más difíciles de entender. En gran medida estos evangelios -la traducción literal de evangelio es "buena nueva"- eran leídos y escuchados durante los primeros siglos del cristianismo primitivo. Existían por aquel entonces más de 30 y cada uno de ellos nos mostraba su enseñanza particular. De aquí nace lo que en el siglo XX llegó a llamarse el Gnosticismo. Quizás sea una palabra que quiere englobar demasiadas cosas, dado la diversidad religiosa que quiere acogerse dentro de este término. Gnosticismo viene del griego gnosis que significa conocimiento. Gnósticos son "los que tienen conocimiento". Y ¿Qué es eso que saben? Conocen secretos que pueden conducir a la salvación. Para los gnósticos, una persona no se salva por la fe en Cristo o sus buenas obras, sino por el conocimiento de la verdad del mundo en el que vivimos y de quién es el verdadero Dios. Y especialmente, de quienes somos nosotros mismos. Es un autoconocimiento sobre quienes somos, como llegamos aquí y como podemos volver a nuestro lugar celestial. Para los gnóstico, este mundo material no es nuestra casa, estamos atrapados aquí, en un cuerpo físico, y debemos aprender a escapar de él. Para los gnósticos que eran cristianos (otros no lo eran), es el propio Cristo el que nos trae ese conocimiento secreto desde los cielos. A grandes rasgos, consideran que nuestro Dios no es el único ni el que está en lo más alto, y también consideran el mundo como algo imperfecto, lleno de desastres naturales, miserias, plagas... del cual hay que escapar.

El Evangelio de Judas pertenece a estos textos de conocimientos gnósticos. Después de unos años de restauración y conservación, salieron a la luz las conclusiones. El Códice Tchacos consta de treinta y tres hojas, o sesenta y seis páginas (las conservadas). Éste se divide en diferentes textos:

-Pag. 1 a 9 Carta de Pedro a Felipe.
-Pag. 10 a 32 "Santiago".
-Pag. 33 a 58 el Evangelio de Judas.
-Pag. 59 a 66 un libro muy dañado que no se conserva el título, se le denomina libro de Alógenes, por el protagonista.

De todos estos textos, el único del que no hay copia en el mundo de nada parecido es el Evangelio de Judas, del resto tenemos conocimiento por los textos de Nag Hammadi. De lo más interesante que podemos destacar en el evangelio es la manera de actuar de Jesús frente a sus discípulos y su predilección por Judas. En el texto se nos muestra a un Señor que ríe a carcajada pura por la falta de entendimiento de los apóstoles a sus enseñanzas, su acercamiento a Judas, que según parece, era el único que le entendía. También se aparece Jesús en alguna ocasión frente a sus discípulos como un niño. Y lo más importante y lo que más llama la atención es el favor que le transmite a Judas. Jesús pide a Judas que le traicione y le entregue a los romanos para así poder salir del cuerpo material que le está oprimiendo (recordemos la filosofía gnóstica). Con lo cual tenemos a un Judas que se convierte en el héroe de la historia. Las connotaciones de este texto podrían tambalear las bases del cristianismo, tal y como lo conocemos hoy en día. Y ¿Por qué deberíamos hacer caso a un texto que ni siquiera sabemos si es verdad o no? Hay que remontarse a los 3 primeros siglos del cristianismo para responder a muchas preguntas.

Como hemos dicho anteriormente, en los primeros años que siguieron a la muerte y resurrección de Cristo, eran muchos los escritos y evangelios que circulaban por el mundo del medio oriente. Digamos que el cristianismo primitivo tenía muchas ramificaciones, y cada ramificación se basaba en alguno de los evangelios que corrían por entonces. Un siglo después de la muerte de Cristo, Jerusalén, gobernada por los romanos, era una ciudad con una intensa actividad religiosa. El judaísmo, el culto romano y los grupos cristianos se esforzaban para conseguir nuevos seguidores. Recordemos que los primeros evangelios se escribieron al menos 30 años después de la crucifixión de Jesús y según muchos investigadores, ni Mateo, Marcos, Lucas y Juan escribieron "sus" evangelios -recordemos que los evangelios son "según San"...-. Además, como hemos comentado anteriormente, eran más de 30 los evangelios que recorrían el mundo cristiano de aquella época. Entonces, ¿Qué pasó con los demás evangelios? ¿Por qué la iglesia solo se basa en estos cuatro canónicos?. La respuesta la tiene un hombre, Ireneo. Por aquel entonces, al no existir iglesias, los evangelios se leían en casas privadas. Ireneo fue uno de los primeros padres de la Iglesia. Los problemas que creaban estos gnósticos del cristianismo primitivo para los fundadores de la iglesia cristiana era que no podían ser controlados por sacerdotes y obispos, así como la capacidad de discernimiento individual que poseían.
En el año 180, en Lyon, Ireneo sostiene que debe de haber solamente 4 evangelios, desechando los otros, que sumaban más de 30. Con unas teorías totalmente ridículas, diciendo que como había cuatro puntos cardinales y cuatro vientos celestiales, debía de haber cuatro evangelios. Además, el cristianismo era una religión ilegal para los romanos y las matanzas eran habituales. En el 177, en el circo de Lyon mataron a 100 cristianos. Esto impactó mucho a Ireneo, que decidió poner unas bases sólidas a una religión que estaba siendo perseguida y castigada. No se sabe en que basó su elección para con los cuatro evangelios canónicos, aunque todo hace indicar que eran los más leídos y seguidos, seguramente los más sencillos de entender también, aunque también podían haber desechado los otros por acercarse más a un significado más filosófico y gnóstico. Quizás todo tenga relación. Lógicamente Ireneo tachó de herético el evangelio de Judas, persiguiendo también a sus autores. Curiosamente en los evangelios canónicos, Judas va cambiando de personalidad según los vamos leyendo. Y según pasan los evangelios, su transformación va empeorando. De hecho, el último que se escribió, el de Juan, a Judas se le representa en la última cena como la encarnación del diablo. También su final difiere. En unos se ahorca y en otros espera a la muerte en el campo de sangre. ¿Con qué debemos quedarnos entonces? ¿Cuál de las historias es la más fiel? ¿No habrán sido todos estos evangelios modificados para el bien de la iglesia católica? Algunos expertos creen que los cristianos menospreciaron a Judas para distanciarse de los judíos, intentando la supervivencia de su religión. Parece como si la iglesia culpara a los judíos de la muerte de Jesús, cuando fueron realmente los romanos en una cruz romana. Pero he aquí que Judas se convierte en el líder de los Judíos, traicionando a Cristo y por ende, al cristianismo. Judas se convierte en el símbolo del movimiento antisemita, y desgraciadamente se relaciona con facilidad, está integrado en la historia. Esto ha influido en los acontecimientos de la Historia. Un ejemplo famoso es la pasión que se representa periódicamente en Alemania.En ella los judíos llevan a Cristo a la crucifixión. Hitler estuvo viendo esta representación, lo que debió de echar más leña al antisemitismo de la época.

Curiosamente el evangelio de Judas termina cuando Jesús es prendido por lo soldados romanos, entendiendo que lo importante del texto ya ha pasado, el gnosticismo de conocernos a nosotros mismos y del abandono de la cárcel que es nuestro cuerpo está hecho.

En conclusión, quizás los axiomas del cristianismo actual sean demasiado difíciles de cambiar. Quizás estamos completamente equivocados con lo que profesamos o dejamos de profesar. Quizás hayamos desvirtuado en demasía las primitivas bases del cristianismo. Quizás, Judas sea el verdadero héroe de nuestra religión. Quizás deberíamos profundizar un poco más en nosotros mismos, en un intento de introspección personal. Quizás los gnósticos tenían el conocimiento auténtico... o quizás no.

Lo que sabemos con certeza es que el evangelio de Judas es un texto real del mundo antiguo, fechado en los primeros siglos y que nos muestra unas enseñanzas nuevas y sorprendentes. Puede ser invención, como también lo pueden ser el resto de evangelios. Quizás nos encontremos ante una metáfora de nuestro fuero interno...

Un enigma maravilloso.

miércoles, 25 de enero de 2012

Nicolas Flamel, la Alquimia y el enigma de la inmortalidad

Nicolas Flamel (Pontoise 1330 - París 1415?) fue un personaje histórico que vivió en el París del siglo XIV en el barrio de Saint-Jacques-la-Boucherie, denominado así por la iglesia del mismo nombre. La vida de este personaje es una metáfora perfecta de la búsqueda alquímica como algo más que el simple hecho de la transformación de metales; es el sentido más profundo de la transformación interior. Para los que no conozcan la Alquimia, vamos a intentar explicar un poco de esta pseudociencia a grandes rasgos.

La Alquimia fue un arte hermético extendido en el medievo -aunque su origen lo tenemos que buscar en Egipto y Grecia, y gracias a los árabes fue introducido en Europa-, cuya búsqueda fundamental era la de la transmutación de los metales -en su caso más normal era la transformación de metales viles en metales preciosos- y constituía a la vez una búsqueda experimental y espiritual, una especie de ciencia-religión-filosofía que reunía todas las características posibles para mezclar realidad y leyenda de una forma casi natural. De esta forma, el que practicaba alquimia debía estar "iniciado", término que en esta época evocaba a los más recónditos escondites de nuestra mente-alma. Los procedimientos alquímicos llevaban acarreados unas cargas simbólicas que el "iniciado" debía comprender antes de ponerlos en práctica.

La Alquimia se basaba en la creencia de que toda sustancia material está formada por los cuatro elementos -tierra, agua, aire y fuego- y dos principios básicos: azufre y mercurio. El alquimista debía experimentar con la materia de cuatro formas: licuarla, evaporar el agua superflua, separar los dos principios básicos y purificarlos. Para poder encontrar La Piedra Filosofal -que era lo que los alquimistas llamaban al proceso de convertir el metal vil en oro- era harto necesario la utilización del propio oro en pequeñas cantidades, así que inevitablemente muchos de los alquímicos no pudieron encontrar otra cosa que ruina y miseria. Así mismo, proliferaban por toda Europa numerosos timadores que intentaban engañar a sus víctimas a través de la sugestión y de numerosos trucos, con tal de convencer a las personas que eran los sabedores del arcano que encerraba la Alquimia. De esta forma más uno desplumó a ingenuos nobles y reyes que caían en los brazos de los más resabiados prestidigitadores medievales.
Nicolás Flamel fue escribano público, copista y librero jurado. El oficio de copista lo heredó de su padre, que había sido sofer -escriba judío que transcribe la Torá entre otros textos- antes de su conversión forzada al cristianismo. Nicolás comprendía de manera correcta el latín y el hebreo, y por sus manos pasaban gran cantidad de obras y textos para su copia y transcripción. El escribano tenía un pequeño puesto a los pies de la iglesia de Saint-Jaques-la-Boucherie, aunque posteriormente se mudó. Su vida pasaba desapercibida en París, una época tumultuosa por culpa de la guerra de los cien años. Toda su vida está perfectamente documentada. Se casó con Pernelle, una viuda parisina un poco mayor que él poseedora de una pequeña propiedad.

La vida de Nicolas Flamel cambió radicalmente cuando una noche -según cuenta un libro atribuido a él llamado Libro de las figuras jeroglíficas (1399)- se le aparece un ángel mostrándole un libro. El ángel le dijo: "Mira bien este libro Nicolás, un día serás su poseedor y te enfrentarás al poderoso arcano que se oculta entre sus páginas. No permitas que las dificultades te impidan ver la luz porque, si las vences, tendrás en sus manos la clave que te permitirá desvelar un secreto por el que muchos han dado la vida". Sin embargo, al intentar cogerlo, la imagen del ángel con el libro despareció de la estancia, dejando al escribano con la duda de si lo que vio fue real o pura imaginación suya.
Pasado un tiempo, entre 1355-1357, gracias a los designios del destino que seguirán a Nicolás el resto de su vida, apareció en su tienda un desconocido que necesitaba dinero con el libro que el escribano vio en la aparición. Sin dudarlo un momento Flamel se hizo con el ejemplar, sin regatear ni por un instante, pagando 2 florines por él. Tenía una tapa de cobre bien encuadernada, sus hojas no estaban hechas de papel ni pergamino, sino de corteza de arbusto, y parecía bastante antiguo. Dentro había grabados y diagramas que no llegaba a entender. Lo firmaba un tal Abraham el judío. Desde ese momento y durante 21 años Nicolás Flamel y su inseparable y animadora esposa Pernelle, que a la postre fue una ayuda inestimable, estuvieron intentando descifrar el contenido del libro, dedicando horas y horas de arduo e infructuoso trabajo, a la postre en vano, ya que no llegaron al descifrado de sus páginas. Después de haber conversado con los alquimistas más famosos de París, no llegaron a resolver el enigma de sus símbolos.
A pesar de todo, Nicolás Flamel tenía la suficiente fuerza y sabiduría para no decaer en el intento ya que sentía que el significado del libro iba más allá de un conocimiento puramente científico. El libro había sido escrito por un judío y parte de su texto estaba escrito en hebreo antiguo. Los judíos habían sido recientemente expulsados de Francia por la persecución y muchas de ellos habían emigrado a España. En ciudades como Málaga y Granada, bajo el dominio más iluminado de los árabes, vivían comunidades prósperas de judíos y sinagogas florecientes, en las que académicos y doctores fueron criados. El escribano pensó que en España podría encontrar algunos eruditos cabalistas capaces de ayudarle. No obstante, por aquel entonces, las mejores traducciones de Griego antiguo se hacían en las universidades españolas. Así que Nicolás Flamel decidió viajar a España para intentar ponerse en contacto con eruditos y cabalistas y descubrir de una vez el significado del libro de Abraham. En aquel tiempo viajar se tornaba difícil, lo más seguro era viajar con una fuerte escolta, cosa complicada para un viajero solitario. Con lo que el copista decidió realizar el Camino de Santiago de Compostela, patrón de su parroquia, para poder viajar a España y no levantar sospechas entre sus vecinos y amigos sobre su viaje. Se puso el traje de peregrino, la concha en el sombrero y en la mano la vara de avellano para ayudar a su paso y dar cierta sensación de seguridad para esos parajes que debía de atravesar. La única persona que sabía de sus planes era su fiel esposa y compañera del secreto Perenelle. Para no viajar con el valioso manuscrito decidió llevar algunas páginas copiadas en el pequeño equipaje que siempre acompaña a un peregrino.

Nicolás Flamel llegó a Santiago y posteriormente estuvo vagando por España, poniéndose en contacto con diferentes judíos, aunque tuvo que hacerlo de manera discreta, ya que los judíos estaban vigilados en aquella época, más aún los que habían venido de Francia. Además, no tenía mucho tiempo, su mujer le esperaba y su negocio lo llevaban sus ayudantes, aparte de ser un hombre de más de 50 años realizando por primera vez un viaje. Todo esto en el siglo XIV era una auténtica aventura que no estaba fuera de peligros.

Nuevamente el destino quiso ponerse de cara a Nicolás, que ya desalentado por no haber encontrado respuesta a su ya longevo enigma, tuvo que empezar su regreso a tierras francesas. Decidió descasar una noche en León y fue a cenar a una posada donde conoció a un comerciante francés de Boulogne, que estaba de viaje de negocios. Al copista le dio confianza este comerciante así que le confesó su búsqueda y gracias de nuevo a una afortunada casualidad este francés le confiesa que mantiene relaciones con un tal Maestro Canches, un anciano médico de ascendencia judía, erudito conocedor del arte hermético y gran maestro de La Cábala. En un principio Canches y Flamel son un poco reticentes entre ellos, pero el escribano ve que al hablar de Abraham el judío -supuesto autor del libro-, al anciano se le iluminan los ojos. El Maestro Canches le confirma a Flamel el conocimiento de Abraham el judío como filósofo, pensador, astrólogo... y que el manuscrito contiene símbolos pertenecientes a la Cábala, pero solo con los legajos que lleva el copista es imposible descifrar el misterio que guarda en su interior. Así que deciden volver juntos a Francia para estudiar su contenido.
Desgraciadamente para Canches, el viaje fue demasiado duro para su edad y en Orleans cayó enfermo, para morir siete días después, a pesar de las atenciones de Flamel. El escribano siguió con tristeza su camino, pero con la inquietud de las enseñanzas que le había mostrado el maestro de La Cábala. Tenía fe de encontrar una solución a su gran misterio. No estaba lejos de la verdad...
Al llegar a su casa en París, reencontrarse con su mujer y ver que el manuscrito estaba sano y salvo, continuó con sus labores de descifrado. Algo había cambiado dentro de él. Después de esa aventura vivida, parecía que Flamel estaba empezando a ser iluminado. Lo que le enseñó el Maestro Canches no era suficiente para la resolución del enigma, pero el viaje le había iniciado en unos conocimientos que hasta ahora no había tocado. Tras tres años de continuos intentos, en 1382, junto con su esposa, logró la transmutación de mercurio en plata. Pocos meses después descubren la Piedra Filosofal y transforman cierta cantidad de mercurio en oro puro. Y en esta búsqueda de tantos años, algo se transforma también para Flamel y Pernelle, quizás estemos hablando de sus almas.

A partir de ese momento, los Flamel decidieron seguir llevando la misma vida de siempre, sin embargo, utilizaron ese oro para fundar catorce hospitales, siete iglesias y tres capillas. En este sentido vemos que los Flamel siguieron el auténtico sentido del alquimista, que requiere verdaderamente una transformación interior, una muerte y resurrección y de que en el alma en el que habita el arcano habita la luz de la caridad. Por eso Nicolás Flamel fue elegido, porque solo él podía conocer esta verdad. En 1407 se hizo construir una casa en el 51 de la rue de Montmorenci, todavía en pie, se considera la casa más antigua de París.
El matrimonio fallece entre 1410 y 1415 y son enterrados en el cementerio de la iglesia de su barrio, aunque un tiempo después, en el intento de exhumación se vio que las tumbas de Nicolás y Pernelle estaban vacías -seguramente por la fama de estos y el intento anterior de algún desalmado de encontrar la Piedra Filosofal entre las pertenencias del muerto-. Esto fomentó aún más la leyenda de la supuesta inmortalidad del matrimonio gracias a sus conocimientos alquímicos. Son muchos los que han intentado buscar en su casa y el la tumba alguna pista del secreto, saqueando sin escrúpulos cualquier estancia donde el copista pasó algún tiempo, sin éxito alguno.

En el siglo XVII un arqueólogo llamado Paul Lucas es enviado a Turquía y allí le hablan de Nicolas Flamel y su esposa Pernelle. También hay noticias de ellos en la India, sobre el año 1830. De hecho, algunas personas han creído ver en Fulcanelli, el adepto desconocido autor de "El Misterio de las Catedrales" y "Las moradas filosofales" a Flamel aún vivo en el siglo XX.
Su lápida, ricamente grabada, se conserva en el museo de Cluny.

Un enigma maravilloso...