La historia y el misterio siempre han ido cogidos de la mano. Desde los albores de los tiempos hemos intentado desentrañar todo aquello que se ha quedado en el tintero de lo inacabado por algún motivo, sin tener en todos los casos el mismo éxito. Quizás sea en gran medida provocado por lo mismos que han escrito la historia. Por aquellos que de alguna manera han querido maquillar el resultado de sus acciones, transformando todos aquellos sucesos que podían contradecir sus codiciados derechos y su providencial presencia salvadora. También existen momentos de la historia que por alguna otra razón, como la de no ser políticamente rentable o moralmente aceptable, han quedado relegados a un segundo plano, sufriendo el más profundo de los olvidos, escritos en legajos abandonados al polvo y al destino en cualquier oscuro archivo de biblioteca. En otras ocasiones es precisamente la falta de información la que nos hace dar palos de ciego continuamente, introduciéndonos en laberintos sin salida, llegando a calles cortadas o conduciéndonos hacia cruces de caminos con numerosas salidas, tornándose en misterio el desenlace de la historia que estamos investigando.
Sea como fuere, nuestra historia está llena de misteriosos y apasionantes enigmas, sin los cuales creo que la vida sería mucho más aburrida. En este blog intentaré mostrar algunos de los enigmas de la historia que más me han llamado la atención. Espero que lo disfruten.

sábado, 11 de octubre de 2014

Uvb-76, la emisora fantasma

 Para esta historia nos tenemos que trasladar a Rusia, más concretamente a 40 Km. al norte de Moscú. Allí existe una aldea, llamada Povarovo. Y en esta aldea existe una emisora abandonada, cerrada según "autoridades rusas" que lleva transmitiendo desde hace más 30 años. Nadie sabe con exactitud cuando comenzó todo. Lo más certero que sabemos es que en 1997 emitió su primer mensaje de voz. Hasta esa fecha, su único mensaje había sido un bip intermitente, sustituido en algunas ocasiones por un bip continuado durante un minuto, pasando nuevamente al discontinuo. De este zumbido constante sale el nombre por la que los radioaficionados la bautizaron: "The Buzzer".

Emisora de Povarovo

 Y es que la emisora UVB-76 es un enigma que lleva a mucha gente de cabeza. Los mensajes que transmite se sintetizan en simples números acompañados de palabras sin un significado claro, acompañado todo por el nombre de la emisora. De hecho, tanto la localización como el indicativo de llamada eran totalmente desconocidos hasta ese primer mensaje "¿cifrado?".

 Desde 1997 hasta el día de hoy la emisora sigue transmitiendo ese zumbido discontinuo constantemente salvo algunos mensajes "¿cifrados?" que de vez en cuando sustituyen a este "The Buzzer". Su primer mensaje fue: 180 80 BROMAL 74 27 99 14. Acompañado siempre del nombre de la emisora al principio, y con una repetición de tres veces. Lógicamente, todas las transmisiones se realizan en ruso.

 Primer mensaje de la emisora


 Las voces utilizadas para estos mensajes han cambiado durante los años, siendo tanto femeninas como masculinas. También hay que constatar que el zumbido no es un sonido interno, sino que sale de algún dispositivo al cual le han acercado un micrófono para transmitir esta señal. En alguna ocasión se ha podido comprobar que el micrófono estaba abierto accidentalmente. El 3 de noviembre del 2001 se coló esta conversación: Voz masculina: "Soy el 143 no recibo el oscilador". Voz femenina: "Eso viene de la sala de operaciones". El 3 de diciembre de 2002 se escuchó una voz a través del micrófono: "Allo, allo...". En varias ocasiones se han podido escuchar la voz de un hombre y una mujer contar del uno al diez. Y el momento más raro e inquietante, desde mi punto de vista, fue el 2 de septiembre de 2010 donde se pudo escuchar varias veces un fragmento de El Lago de Los Cisnes.
 En alguna ocasión hay que constatar que el tono del zumbido ha cambiado, pero solo por un tiempo determinado, luego ha vuelto a su tono original.

Interior de la emisora donde se supone que sale la transmisión -año 2010-.


Poco se sabe acerca de estos mensajes. Algunos piensan que son transmisiones cifradas a espías rusos distribuidos por todo el planeta, ya que es una emisora de onda corta -transmite en la frecuencia 4625 Khz-, y en onda corta las emisoras de números se suelen asumir como mesajes cifrados. Otras teorías hablan de transmisiones entre el Comando General del Ejército, algo que tampoco está comprobado. La teoría más extendida y sin duda la más conspiranoica es la que habla de un dispositivo de la mano muerta. Es una leyenda urbana que algunos la ven más que probable; y sería ni más ni menos que la de tener las grandes potencias un sistema semiautomático de defensa en caso de un ataque nuclear del enemigo. Habiendo muerto todos los que pudieran contrarrestar este ataque, el dispositivo se pondría en funcionamiento de manera automática.

 Desde mi punto de vista, hay dos opciones probables para la emisión de The Buzzer:

1- Son mensajes cifrados dirigidos a inteligencia rusa o espías (recordemos que este sistema es muy común, se puso en auge con la Guerra fría).
2- Es una estrategia rusa para entretenernos con mensajes mientras los mensajes cifrados reales van por otra vía (así prueban de paso la eficacia de la inteligencia internacional para descifrar). Digamos que manteniendo la intriga de forma pública.

 Ante la insistencia del gobierno ruso de negar la operatividad de la emisora de Povarovo, y el abandono actual de la misma, nos hace pensar que la transmisión se puede realizar desde algún otro punto del planeta, rebotando en la Ionosfera y haciendo de repetidor desde la aldea rusa. Todo son conjeturas, claro está, y ante tanto desconociento, las teorías se multiclipan exponencialmente.

 El 7 de septiembre de 2010, la emisora pasó de llamarse Uvb-76 a MDZhB; en ese momento una voz volvió a mandar un mensaje: Mijail Dimitri Zhenia Boris -MDZhB- 0 4 979 DRENDOUT 19 76 28 09 TERENSKIJ 37 52 13 21, volviendo después a los zumbidos.

 ¿Por qué lleva más de 30 años una emisora mandando zumbidos al espacio con tan solo unos 60 mensajes de números y palabras sin sentido? ¿Por qué la ubicación desde donde sale está "inoperativa" desde hace años? ¿Por qué nadie ha conseguido jamás encontrar un sentido a los mensajes? ¿Por qué un tramo de melodía de El Lago de Los Cisnes? 
  Hay demasiadas preguntas que quedan en el aire en este apasionante e inquietante misterio.

La misteriosa estación de radio.



lunes, 28 de julio de 2014

¿Qué ocurrió en el Paso Dyatlov? El enigma en estado puro

 Demasiados cabos sueltos a la hora de elaborar una teoría contundente sobre lo acontecido a 9 excursionistas en plenos Urales hace ya casi 50 años. A día de hoy, nadie a podido establecer con exactitud la causa que hizo que estos 9 excursionistas perdieran la vida de las formas más extrañas y surrealistas.

 Vamos al origen de la historia. A finales de enero de 1959 se organizó una expedición con esquís para hacer una ruta desde Vizhai -el último asentamiento habitado al norte de la provincia de Sverdlovsk Óvlast- hasta el monte Otorten, situado a 10 Km. del punto del incidente. Tenían pensado crestear por los montes Urales unos 100 Km. para volver de nuevo al punto de partida, que era el poblado de Vizhai. Todos los componentes de la expedición, salvo uno, eran jóvenes estudiantes o graduados del Instituto Politécnico de los Urales -actualmente Universidad técnica estatal de los Urales-, situado en Sverdlovsk -actualmente Ekaterimburgo o Yekaterimburgo. Había estudiantes en radio, ingeniería, geotecnia y economía, y sus edades comprendían de los 21 a los 24 años. El líder de la travesía era el estudiante del departamento de radio Igor Dyatlov, de 23 años. Todos ellos, aún siendo tan jóvenes, eran experimentados esquiadores y tenían experiencia en travesía invernal. De hecho, dicha expedición se creó a modo de entrenamiento para una futura expedición ártica, supuestmente más peligrosa. En la época en la que iban a realizar el trazado, la ruta se consideraba como de Categoría III, la más difícil, ya que las últimas nevadas en el lugar la hacían algo más peligrosa de lo normal; siempre teniendo en cuenta la zona y el período del año.
 Junto a todos ellos también iba el experimentado guía de montaña e instructor de ski Alexander Zolotarev, de 37 años.
Puede que dada las circunstancias de la climatología y el período en que se realizó la travesía, suene un poco descabellado el adentrarse en plenos Urales, pero hay que recordar que en aquella época, la competitividad de la antigua Unión Soviética respecto a la potencia americana, hacía exprimir al máximo de sus posibilidades a todos sus deportistas y expedicionarios. Estamos en plena Guerra Fría. 


Fotografías de los 10 componentes del grupo.
Arriba a la izquierda Dyatlov
Como se ve en la foto de la izquierda, el grupo estaba compuesto por 8 hombres y dos mujeres. Todos ellos, menos uno, fueron testigos de algo nadie hasta ahora ha conseguido solucionar. Las incógnitas se multiplican según pasa el tiempo. Y dada la época y el secretismo acérrimo que rodea la URSS por aquel entonces, se me antoja que la respuesta siempre quedará en el aire. Pero vamos a los hechos...



 El 25 de enero de 1959 el grupo llegó en tren a Ivdel. Allí preguntaron por un transporte para desplazar al grupo hasta Vizhai. Un camionero se ofreció a llevarles. El día 27, empezando su marcha, uno de los expedicionarios, Yuri Yudin recayó de una antigua lesión en la espalda, impidéndole seguir con el grupo. En aquel momento nadie podía imaginarse que esa lesión, y la más que segura tristeza por no haber podido realizar la travesía, sería su salvoconducto de una muerte segura. Igor Dyatlov decide continuar, quedando con Yuri que el día 12 de febrero aproximadamente estarían de vuelta.
En la imagen vemos a Dyatlov a la izquierda, Yuri Yudin con gorro a rayas,
despidiéndose de Liudmila Dubinina, en el poblado de Vizhai. Sería
la última vez que vería a sus compañeros...

El día 31 de enero, la expedición, ahora compuesta por 9 personas, llegó a una zona de difícil acceso, preparándose para su escalada. Más adelante, se abastecieron en un bosque de alimentos que usarían para la vuelta. La idea era seguir por el paso de la base de la montaña Kholat Syakhl -que en dialecto Mansi, tribu que habitaba al norte de los Urales, significa "la montaña de los muertos"-. Pero debido a las malas condiciones atmosféricas, la expedición se desvió hacia el oeste, hacia la parte superior de la montaña. Cuando se dieron cuenta que iban por camino equivocado, decidieron acampar esa misma tarde en la ladera de la montaña.

4 miembros del grupo, de izquierda a derecha
Liudmila Dubinina, Rustem Slobodin, Nicolas
Thibeaux-Brignolle y Zinaida Kolmogorova.
Tarde del último campamento.
Como se ve en la imagen de la izquierda, nada podía hacer presagiar el bizarro final que iba a tener esta expedición. El grupo parecía unido, reinaba el compañerismo y la alegría no se les quita en ninguna de las fotografías rescatadas más adelante.

 Llegado el día 12 de febrero, día señalado por Dyatlov para la llegada de la expedición a Vizhai, ante la ausencia de la misma, los familiares y amigos decidieron dar algún día más que otro de tiempo, ya que ese tipo de expediciones podían retrasarse por numerosas causas.
 Pasaron los días sin saber noticia alguna del grupo, así que el día 20 de febrero, tras la presión insistente de los familiares de los expedicionarios, el jefe del Instituto Politécnico envió una expedición de rescate compuesta por estudiantes y profesores voluntarios. Pero ante la complejidad de la operación, enseguida se suman al rescate policía y fuerzas del ejército, además de 2 aviones y 1 helicóptero.



 El 25 de febrero de 1959, uno de los aviones militares descubrió el campamento en la ladera occidental del Kholat Syakhl. El equipo de rastreo se dirigió de inmediato al lugar, comenzando la historia más difícil de entender. Lo primero que se encontraron al llegar al lugar es la tienda de campaña cubierta con nieve -algo normal por el paso de los días- y completamente destrozada. Había sido rasgada con un cuchillo desde dentro, estaba hecha jirones, lo que daba a ebtender una huida despavorida a causa de algo o alguien. Dentro no había nadie, pero quedaban pertenencias, ropas, zapatos, calcetines... Alrededor de la tienda numerosas pisadas de al menos 8 personas, huellas sin zapatos algunas y sin calcetines inclusive...
Tienda del campamento totalmente rasgada
Restos del campamento
    Las huellas seguían unos 500 metros al lado opuesto de la pendiente, desapareciendo a causa de las nevadas recientes. A pocos metros de la desaparición de las huellas, el equipo de rescate halló los restos de una hoguera a la vera de un pino, y al lado de éste, los primeros dos cuerpos sin vida, el de Yuri Krivonischenko y Yuri Doroshenko. Estaban descalzos y solo ataviados con su ropa interior térmica. En el tronco el pino se hallaron restos de sangre y carne, y tras analizar las manos de los dos cuerpos, certificaron que tanto uno como otro intentaron subir rápidamente al árbol, desollándose las manos. Las ramas debieron de ceder, cayendo al suelo. Los cuerpos estaban tapados con ramas, haciendo entender que sus compañeros los habían "enterrado" de esa forma.

Zona donde encontraron los dos
primeros cuerpos. El fuego de la hoguera
quemó las ramas del árbol hasta casi
los 5 metros.

 Además, los cuerpos habían sido "recolocados" de tal forma que se encontraban en la misma posición. A unos 300 metros en dirección a la tienda encontraron el cuerpo del líder de la expedición, Igor Dyatlov. Se encontraba boca arriba, en dirección a la tienda, en una de sus manos portaba una rama, con el otro brazo se protegía la cara o se defendía de algo o alguien.
 Rustem Solovodin es el siguiente cuerpo en ser encontrado, a unos 200 metros de Dyatlov. Éste presenta una fractura de 17 centímetros en la cabeza, aunque según las autopsias posteriores fue el golpe lo que lo mató sino la hipotermia. Se encontraba boca abajo. Y cerca de éste último cuerpo y siguiendo un rastro de sangre se encontraron con el cuerpo de Zinaida Kolmogorova, ya cerca del campamento. Presentaba un color de cuerpo anaranjado y su pelo se había vuelto grisáceo.

Igor Dyatlov




Krivonischenko y Doroshenko



 No fue hasta 3 meses después, época en la que empieza el deshielo en los Urales, cuando fueron encontrados el resto de los cuerpos.
Rustem Solovodin


Fue el cuatro de mayo, cuando fueron encontrados los cuatro cuerpos restantes, bajo 4 metros de nieve en el arroyo de un barranco, en el interior del bosque cercano al campamento. Si los anteriores cuerpos presentaban características extrañas, los encontrados aquí nos dejan realmente perplejos. Todos estos cuerpos encontrados en mayo, presentaban diferentes y graves daños. También, conservaban diferentes vestimentas de otros componentes de la expedición, como si hubieran ido cogiendo ropa de los muertos. 
   La excursionista Liudmila tenía fracturas simétricas en las costillas, con hundimiento de caja torácica a la altura del corazón.  Tenía la cabeza hacia atrás -rotura de cuello-, y lo más extraño de todo es que le faltaba la lengua. En el pie, en vez de una bota llevaba jirones del pantalón de Krivonischenko.  
   El guía Alexander Zolotarev presentaba grandes fracturas a la altura del pecho y le faltaban varios dientes. Presentaba un tono grisáceo en el pelo y síntomas de vejez. Fue encontrado con el sombrero y el abrigo de Dubinina.
  El excursionista Nicolas Thibeaux-Brignolle presentaba daños importantes en el cráneo, prácticamente aplastado. Del cuerpo de Alexander Kolevatov apenas se da constancia de más datos, salvo que estaba allí.

 Las primeras investigaciones sobre la causa de la muerte no pueden ser más confusas. En principio la causa fundamental de todas las muertes fue la hipotermia, aún cuando algunos cuerpos presentaban grandes heridas, ninguna de ellas podía haber sido mortal de necesidad, aunque habrían actuado de acelerantes naturales de la congelación.  Otro de los datos muy extraño es que los cuerpos solo presentaban heridas y fracturas internas, ninguno presentaba fracturas externas; algún investigador lo comparó con el atopello de un coche a gran velocidad. La fuerza para causar esos daños a los excursionistas fue realmente alta.
 También hay que tener en cuenta que varias prendas de ropa que portaban tenían altos índices de radiación, pero, curiosamente, todas estas prendas pertenecían a Liudmila.

En el funeral de los expedicionarios, varios familiares se percataron que la piel de los fallecidos tenía un color marrón muy extraño. También hay que recordar el color grisáceo del pelo de varios componentes. Una de las teorías con la se especuló en un principio fue la del asesinato por parte de los indígenas Mansi por entrar en su territorio. Cosa que inmediatamente se eliminó de las posibles sospechas, ya que la naturaleza de las muertes no apoyan esa teoría, a parte de no encontrar ningún tipo de huella más que la de los montañeros. Por tanto...

¿Cuál es la conclusión de las investigaciones?

 La expedición acampó en la ladera de la montaña, aquella tarde todo era compañerismo y normalidad -las fotografías reveladas a posteriori de los carretes encontrados así lo demuestra-. Cenaron entre las 18 y 19 horas según las autopsias, y la muerte de los 9 se produjo entre las 21.30 23.30 del 1 de febrero, y las 1.30 2.45 del 2 de febrero.
 Algún "evento desconocido" -así fue como las autoridades lo denominaron- hizo asustar de tal manera a los excursionistas que tuvieron que salir de la tienda despavoridos, rasgando la lona, y huyendo a toda prisa, casi con lo primero que encontraron para vestirse, incluso algunos sin una o dos botas -las cremalleras de la tienda se encontraban cerradas y en perfecto funcionamiento-. No había señales de lucha cuerpo a cuerpo en ningún lado. Recordamos en este punto que todo los excursionistas estaban ya experimentados en este tipo de expediciones, lo que hace más raro este desenlace. ¿Qué les hizo huir de esa manera, prefiriendo la gélida noche invernal, casi mortal, a permanecer en la tienda y defenderse? Nunca lo sabremos. Se dividen en tres grupos en la huida, aunque se reúnen a la altura del pino, donde hacen una hoguera. No vuelven a la tienda, no se sabe por qué. Aquí empieza el misterio. Están muertos de frío, así que prefieren encender una hoguera y quizás atraer a lo que les asustó a permanecer a esa temperatura. Doroshenko y Krivonischenko se suben al árbol, quizás huyendo de algo -la teoría más inverosimil-, o quizás para coger ramas para la hoguera o incluso para observar desde ese punto la tienda. De una forma o de otra, se destrozan las manos en el intento, aunque seguramente, y dado el grado de congelación de las mismas, no se dieron ni cuenta. Son los primeros en caer. El resto los dejan en la misma posición y cogen algo de sus ropas. Les ponen ramas encima y se vuelven a separar en dos grupos. Dyatlov, Rustem y Zinaida deciden ir hacia la tienda, el resto se esconde en el bosque. Dyatlov es el primero en caer muerto de hipotermia, aunque la posición de sus brazos hace entender que se defendía de algo. El siguiente en caer es Rustem, aunque con un golpe en la cabeza, murió de hipotermia. La última en caer de ese grupo fue Zinaida.
 El resto de la expedición, quizás presas del pánico y del frío, caen por el barranco del bosque. Aunque no es alto, puede causar las fracturas que presentaban. Lo raro es que no se encuentran heridas externas y la falta de alguna piezas como la lengua o los dientes. Sea de una forma o de otra uno a uno mueren en un intervalo de tiempo muy corto.
Montando el campamento


 Las especulaciones son diversas, como a veces demasiado novelescas. El hecho es que fuera lo que fuese, les hizo huir de la tienda sin ni siquiera un cuchillo, fusil o hacha, cosa que portaban para defensa y supervivencia.
 Ese mismo día explotó un spray paralizante en una fábrica de misiles cerca de la zona lo que podía haber causado el alto índice de radiación de algunos cuerpos y ropas.
 Un médico observó que eran 11 los cadáveres y no 9, pero inmediatamente dos cuerpos fueron retirados del lugar y nunca más se supo de ellos.
 Una de las cosas encontradas en el campamento fue unas gafas de sol del ejército de la Urss, gafas que usaban para identificarse, pero que para la expedición en pleno invierno estaban totalmente fuera del lugar.
 Un grupo de excursionistas que estaban a unos 50 Km. aseguraron ver esa noche y por la zona donde se encontró el campo base, una serie de esferas luminosas de color anaranjado. Dichas esferas se continuaron viendo durante un par de meses más en dicha área, siendo documentadas por numerosos testigos, incluso servicio de meteorología y militares.

 El veredicto final fue que el grupo murió a causa de una "fuerza mayor irresistible". Se eliminó cualquier sospecha de asesinato por parte de los indígenas Mansi y la investigación cesó oficialmente en mayo de 1959 debido a la ausencia de culpabilidad de grupo criminal. El sumario fue clasificado como secreto y  fue desclasificado ya en la década de los 90, aunque solo una parte del mismo.

 El gobierno ruso cerró el paso durante tres años. Eso sumado a la resolución final del archivo, la clasificación del mismo y las numerosas pruebas aportadas, le dieron una fama especial al incidente Dyatlov, que pronto fue llevado a la literatura y al cine. Ovnis, productos tóxicos, armas químicas, ejército, Yeti, avalancha... cualquier teoría imaginable e inimaginable hoy por hoy es defendida por numerosos investigadores que siguen abriendo el caso e intentando dar solución a un enigma sin igual.
última anotación del diario de Dyatlov:
“No podemos dejar que cualquiera en nuestra situación comience el ascenso a las montañas. A cerca de 16:00. Debemos elegir el lugar para la carpa. Hay viento, un poco de nieve. La capa de nieve es de 1,22 metros de espesor. Cansado y agotado, empezamos a preparar la plataforma para la tienda. La leña no es suficiente. No cavaremos un hoyo para el fuego. Demasiado cansado para eso. Cenamos justo dentro de la tienda. Es difícil imaginar un gran consuelo en algún lugar de la cordillera, con un viento penetrante, a cientos de kilómetros de distancia de los asentamientos humanos.” 








miércoles, 23 de abril de 2014

El misterio del barco Mary Celeste

 La historia que voy a contar a continuación seguramente es una de las más famosas y misteriosas del mundo de la mar y la navegación. Se trata de la desaparición de todos los integrantes del bergantín Mary Celeste. 
Pintura anónima del Amazon, más tarde rebautizado Mary Celeste


 El Mary Celeste fue construido en 1861 en los astilleros de Parrsboro, Nueva Escocia, Canadá. Era un bergantín goleta de 31 metros de eslora, 7.6 metros de manga y 286 toneladas de peso. Fue bautizado originalmente como Amazon, pero tras pasar por varios acontecimientos cuando menos misteriosos, pasa a manos del capitán Winchester en copropiedad con el capitán Benjamín S. Briggs. La historia de la embarcación hasta este punto pasa por momentos un tanto oscuros. El primer capitán muere ahogado antes de inaugurarlo. El segundo capitán muere en las mismas circunstancias en el viaje inaugural. En 1867 queda varado después de una fuerte tormenta en la bahía de Glace, Nueva Ecocia. Existe la leyenda de que por un error tipográfico del pintor, el barco, que ya había sido rebautizado como Mary Sellars, finalizó en denominarse Mary Celeste. Aunque este último punto queda en la leyenda.

 El 4 de noviembre de 1872 el Mary Celeste parte del puerto de Nueva York con 1.701 barriles de alcohol comercial, pedidos por la firma H. Mascarenhas & Co. para aumentar el porcentaje de alcohol del vino. Su destino era el puerto de Génova, Italia. El barco zarpa con 10 personas. El capitán Benjamín S. Briggs, nacido en Marion, Massachussetts, un hombre avezado en cuestiones oceánicas. Su mujer Sarah y su hija de dos años Sophia. Junto con ellos una tripulación compuesta por siete hombres. El segundo oficial Albert G. Richardson, el contramaestre Andrew Gilling cuatro marineros alemanes y un marinero/cocinero americano.
Capitán Briggs
Sarah y su hija Sophia

 Prácticamente un mes después de zarpar, el 5 de diciembre de 1872, sobre las 15:00 horas, la goleta Dei Gratia, que realizaba una ruta de Nueva York a Gibraltar, divisa a lo lejos un barco con ritmo suave y silencioso entre Las Azores y Lisboa. en realidad los movimientos eran un tanto erráticos y sospechosos. Se encontraban a 650 Km. al este de Las Azores para ser más exactos. El Dei Gratia se fue acercando hacia él y tras descubrir el nombre del bergantín, el capitán del Dei Gratia, David Reed Morehouse, se da cuenta que es el barco que dirige su amigo, el capitán Briggs. Después de percatarse que no hay nadie en el puente, ni al timón, ni en cubierta, decide realizar una llamada por megáfono preguntando si necesitan ayuda. Nadie responde. El capitán Morehouse, preocupado por la situación -ya que de sobra conocía la experiencia en navegación del capitán Briggs-, decide investigar la situación, así que llama a su segundo, Oliver Deveau, y le ordena abordar el Mary Celeste junto con dos hombres más para investigar sobre el paradero de los tripulantes.
Capitán Morehouse
Primer oficial, Oliver Deveau
















  Una vez abordado el Mary Celeste, Deveau y los hombres del Dei Gratia descubren que no hay nadie a bordo del bergantín. Exploran por completo el barco sin encontrar rastro de vida alguno; sin embargo descubren una serie de circunstancias realmente extrañas. Todo se encuentra en orden, pertenencias, ropas, y hasta dinero y joyas, se encuentran intactos en los camarotes, lo cual hace evidente que no se trata de ningún motín a bordo. Nada falta de su sitio, la alacena con víveres para algunos meses, la carga de barriles intacta... aunque si que habían desaparecido el bote salvavidas, el sextante, el cronómetro y la bitácora. En la popa colgaban restos de amarre.
   En el cuarto del capitán descubren las últimas anotaciones en la pizarra del 24 y 25 de noviembre, sin nada realmente interesante. Las anotaciones se refieren al tiempo algo inestable, pero nada más de gravedad. Según parece -aunque de esto ya no hay datos que lo aseguren-, sobre los fogones de la cocina había una cacerola con un pollo recién cocido y tazas de té en la mesa central. Tras comprobar como extrañamente la escotilla principal y la de carga se encuentran cerradas, así como abiertas la anterior, posterior y la de la despensa, regresan al Dei Gratia llenos de confusión.

Palabras del oficial Deveau, rescatadas del informe del almirantazgo inglés:

"Luego de una rápida inspección pude comprobar que el barco estaba desierto, el único bote había desaparecido, colgando de la popa restos del aparejo para izarlo; daba la impresión de haber sido cortado en rápida huida. Comprobamos que el antepecho lateral, correspondiente al lugar donde debió arriarse el bote, continuaba abierto; lo cual a mi entender, es otro indicio de una posible huida precipitada.
Sobre cubierta la escotilla principal y la de carga permanecían cerradas, pero la anterior que da al sollado de los marineros y la posterior que comunica con el camarote del capitán y oficiales estaban abiertas, también lo estaba la de la despensa.
Sobre cubierta encontramos tirada la barra de sondeo, e inmediatamente la utilice para comprobar el agua que había en la sentina, verificando que solo tenia 1 metro, lo que me pareció razonable para un barco de esas características, no siendo motivo de abandono.
El aparejo se encontraba preparado como para mal tiempo, más precisamente como para correr un temporal, ya que solo estaban izados el Foque, el Petifoque, la trinqueta estaba arriada y solo porbaban el juanete fijo y el volante. Notamos que la burda volante se hallaba enredada, la driza de la cangreja se había roto, y la vela de sobregavia también estaba arriada.

Luego de la inspección en cubierta procedimos a revisar en detalle el interior, lo primero que nos llamo la atención fue que había restos de comida, colocados con orden en la mesa; también estaban ordenados una serie de objetos pequeños en mesas y estantes. hecho que nos llevo a pensar que si hubiera habido un temporal o colisión se hubieran caído.

La ropa en el camarote del capitán, que supongo pertenecerían a él y a su familia, se encontraban ordenadas en sus baúles. Encontramos también en sus lugares el dinero y equipaje de la tripulación.
El diario de navegación lo encontramos en la camareta del capitán, lo cual nos sorprendió pues no es su lugar habitual; la última anotación era del 24 / 11 / 1872 ; y en ella no se consignaba nada extraordinario que pudiera explicar la desaparición de la tripulación.
Notamos que faltaba la documentación del barco, un sextante y algunas provisiones
Respecto de la carga que eran barriles de alcohol, 9 estaban vacíos y en mal estado. ."

Al regresar al Dei Gratia, Deveau cuenta lo que ha visto e investigado en el bergantín al capitán Morehouse, lo que hace pensar a éste último sobre un destino fatal de la tripulación y la familia de Briggs tras una tempestad. Mas Deveau le contradice enseguida, haciendo evidente la imposibilidad de que ese barco hubiera pasado por una tempestad, ya que vio todo tipo de material delicado colocado y en orden, hasta un bote de aceite encima de una máquina de coser.
 Morehouse decide enviar nuevamente a algunos de sus tripulantes al Mary Celeste para dirigirlo junto con su barco a Gibraltar, para que ya en tierra firme puedan investigar mejor lo sucedido.

¿Qué había pasado en el Mary Celeste?
¿Dónde se encontraba la tripulación?
¿Por qué todo se encuentra en su sitio, como si hubieran tenido que abandonar el barco a toda prisa?
¿Acaso tuvieron que huir de algo o de alguien?

Tras llegar a Gibraltar el 12 de diciembre el Dei Gratia y el 13 el Mary Celeste, el capitán Morehouse cuenta lo sucedido a las autoridades portuarias; además, conocedor de las leyes de la mar, presenta una demanda de salvamento, para cobrar la indemnización correspondiente. En ese momento, el tribunal del almirantazgo, quizás receloso con la historia en un principio, inicia una investigación a cargo del procurador Solly Flood, acaso para intentar esclarecer un poco el destino de los tripulantes del Mary Celeste.
 Entre el 18 y el 20 de diciembre se llevaron a cabo los interrogatorios a los tripulantes que abordaron el bergantín abandonado, junto con el oficial Deveau, sin llegar a ninguna conclusión relevante. Así mismo, se llevó a cabo una investigación a fondo a bordo del barco, haciendo solo un descubrimiento por debajo de la línea de flotación del barco. A dos metros por debajo, y con un grosor de 32 mm y unos dos metros de largo, existía una hendidura que parecía ser reciente. La investigación sospechó que aquel corte no era natural y parecía haber sido intencionado. Nada más lejos de la realidad, el invitado a investigar el caso, el comandante Shufeldt, concluyó que fue provocada por la acción de la mar y que la embarcación era sólida, cosa que pudo corroborar de manera fehaciente el buzo que realizó las labores de investigación bajo el agua.

 El resultado del infrome de Solly Flood es el siguiente:

"Mi hipótesis personal es que la tripulación consiguió apoderarse de la carga" -tras una investigación más profunda en Gibraltar se descubrió que había 9 barriles de carga vacíos-, "se embriagó, y bajo la influencia del alcohol asesinaron al capitán y a su familia, así como al contramaestre. Después causaron daños en la proa del bergantín, haciendo creer que habían embestido a unas rocas o a otro barco, para terminar huyendo entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre, a bordo de un barco, hacia algún punto de América del Norte, Sur o Las Antillas..."

 Una resolución muy pobre en argumentos y hechos de peso, lo que hizo enfadar al comandante Shufeldt, quién argumentó que nada hacía entrever un motín a bordo; nada en el barco hacía sospechar de indicios de violencia. Según el comandante, toda la tripulación habría huido de manera precipitada y sin organización previa, presas de un pánico injustificado, ante una amenaza de tempestad.
  El 14 de marzo de 1873, el tribunal marítimo de Gibraltar dictó sentencia, dando al Capitán Morehouse u su tripulación 1700 libras esterlinas por el rescate del Mary Celeste.

Restos del Mary Celeste



Posibles teorías y giro inesperado

 Unos años después, se descubrió la relación de amistad entre el Capitán Briggs y Morehouse, sacando a la palestra sospechas evidentes de un posible acuerdo entre ambos para inventar esta historia y así cobrar la indemnización. Esta hipótesis se puede hacer más evidente si reflexionamos sobre la excepcional coincidencia de que justo el capitán Morehouse, amigo de Briggs, encontrara el bergantín. Sin embargo esta hipótesis parece poco sostenible a causa de la intachable conducta y honorabilidad de los dos marineros, ambos tenían una intachable conducta. Además, la indemnización fue poco más que paupérrima para repartirla entre todos los tripulantes,
 Por supuesto que la hipótesis oficial del procurador Solly Flood queda totalmente descartada por carecer de argumentos de peso.
 Una de las teorías más plausibles que se han manejado es la de una pequeña explosión, o al menos el miedo al explosionar, ocasionada por los gases de alcohol acumulados en la bodega de carga -recordamos que encontraron 9 barriles vacíos-, haciendo cundir el pánico entre los tripulantes del barco, llegando a botar un bote salvavidas con un largo cabo amarrado al Mary Celeste, cortándose éste en algún momento y perdiendo el bergantín ante la imposibilidad de alcanzarlo a causa de la deriva.
 También existe otro argumento que podría haber causado la desaparición de la tripulación. A causa de una tromba de agua -algo similar a un tornado en tierra, pero en el agua- la sentina se llenó de agua -de ahí la barra de sondeo y el agua entrada en la misma-, cundiendo el pánico entre la tripulación, realizando la misma operación de antes, con la mala fortuna de romperse el cabo y perder la comunicación total con el bergantín.
 Cualquiera de estas dos últimas hipótesis pueden rebatirse con simples hechos. En la investigación profunda llevada a cabo en Gibraltar, nada hizo sospechar de una explosión o una tempestad. No había nada fuera de su sitio, descolocado, roto o con signos de deterioro ocasionados por una explosión o una tempestad. Además, también está el hecho de la desaparación del sextante, el cronómetro y los cuadernos de notas. Si tuvieron pánico y huyeron tan rápido dejando comida en la cocina, ropa en los camarotes.. ¿Por qué tuvieron el tiempo necesario para coger todas estas cosas?
 Muchas más hipótesis fantásticas y hasta un poco absurdas han recorrido periódicos y noticieros durante años, piratas, secuestro, monstruos marinos, abducción extraterrestre, puertas dimensionales, sin tener realmente hechos fundados.
La historia del Mary Celeste se hizo tan popular a nivel mundial que la prestigiosa revista Strand de Londres, realizó un concurso para escritores con el fin de escribir relatos con el bergantín como protagonista. De ahí que de las muchas historias que se escribieron se intercalen ahora hipótesis más reales con las más fantásticas.

 Hace poco tiempo, el periodista Francisco García Novell a sacado a la luz un artículo que puede ser un punto de inflexión importante en el caso. Una noticia del periódico "El imparcial" de mayo de 1873 -6 meses después de la desaparición de los tripulantes del Mary Celeste- habla del hallazgo por parte de unos pescadores en alta mar, en la costa de Candás -Asturias-, de dos botes llenos de cadáveres. En uno de los botes había un cuerpo atado y en el mástil ondeaba la bandera de Estados Unidos; en el otro había 5 cuerpos más, todos en un estado avanzado de descomposición. Aún así, los pescadores candasinos los remolcaron a tierra. La noticia pronto se hizo eco. Una semana después, el 16 de mayo el "Liverpool Daily Albion" publicaba la noticia, creando un misterio adyacente al confundir el nombre de la población de Candás por Baudas.

 El periodista García Novell ha estudiado las corrientes marinas desde Las Azores a al Cantábrico, y según parece es totalmente factible el hecho de que una bote a la deriva pueda llegar desde el archipiélago de las Azores al golfo de Vizcaya. ¿Se trataría entonces de la tripulación del Mary Celeste?. En ese caso ¿Por qué había solo 6 cuerpos y uno de ellos solo en bote y atado?. Las preguntas se multiplican sin cesar. A pesar de no tener hechos ni evidencias certeras el periodista las sigue buscando.

 ¿acaso podrían haberse amotinado los tripulantes del bergantín y haber dejado en alguna isla de Las Azores al capitán y su familia -recordemos que eran 3-, haciendo eliminar al contramaestre y después encontrarse con alguna contrariedad debiendo abandonar el barco?. Las teorías son infinitas.

 El hecho es que el Mary Celeste siguió surcando los mares no con fortuna. a finales de 1884, el cónsul en Haití Gilman C. Parker, compró el Mary Celeste ya bastante deteriorado y lo llenó de carga asegurándola en 30.000 dólares. El barco zarpó para Puerto Príncipe, pero nunca llegó allí. El bergantín chocó y encalló contra la barrera coralina del Banco de Rochaelais, en el golfo de Gonave, cerca de la costa de Haití.Una investigación ulterior para comprobar lo sucedido después de que Parker reclamara la indemnización, descububrió que el barco había sido cargado de chatarra para defraudar a la aseguradora. Un delito que en aquella época podía ser causa de hasta pena de muerte, sin embargo Parker y sus cómplices se salvaron en el juicio a causa de una cuestión legal técnica. Aunque el maleficio del Mary Celeste les persiguió hasta el final. Parker murió en la más absoluta pobreza, arruinado y desacreditado. Uno de sus cómplices perdió la cabeza, muriendo en un hospital psiquiátrico, poco tiempo después de haber entrado. Otro cómplice se suicido...

 En definitiva, un barco que no tuvo buena estrella desde su creación. En agosto del 2001 un equipo de investigación encontró los restos del Mary Celeste en el golfo de Gonâve, Haití. El misterio del buque fantasma y su desaparecida tripulación duerme desde hace más de 100 años en las profundidades del mar. Algo de no deja de ser un misterio apasionante...
Restos del Mary Celeste cubiertos de coral.